A Shot in the Dark recoge el personaje del Inspector Clouseau de The Pink Panther, lo amplia, enriquece y elabora toda una trama a lo Agatha Christie de investigaciones criminales y asesinatos que en realidad son un Festival Peter Sellers.

Una delirante sucesión de gags repetitivos, slapstick, diálogos y situaciones absurdas que consiguen arrancar más de una sonrisa. Hay que decir que el paso del tiempo juega en contra del film, mermando la capacidad cómica de muchos de los gags y haciendo que a ojos del siglo XXI, el ritmo narrativo sea muy irregular y la trama absolutamente inverosímil.

En cualquier caso, es un film que sigue funcionando como vehículo para la comicidad delirante de Peter Sellers.