Cambio de sexo es una obra maestra del cine español. Digámoslo en alto! Existen obras maestras con temas difíciles (al menos a priori).

Las personas trans siempre ha sido las más olvidadas dentro del colectivo LGBTIQ+. La invisibilidad o el cliché de personajes prostitutas eran la norma habitual en el cine (y en la sociedad) español. Gracias a films como Cambio de Sexo podemos disfrutar de un dignísimo film que huye del morbo o de lo escabroso, para contarnos un drama humano, de un joven que efectúa su transición para convertirse en mujer en la España postfranquista de la supuesta transición democrática. El film nada tiene que envidiar a productos actuales de éxito como la serie Veneno de los Javis, por citar algún ejemplo.

Vicente Aranda, sabe otorgar al film un tono naturalista, que huye del pesimismo. Nos regala personajes como el de la impagable Rafaela Aparicio (mucho más moderna que muchos integrantes del colectivo LGBTIQ+ en su naturalidad para aceptar la diferencia) o la magistral interpretación de Victoria Abril que sabe defender con convicción y sin estridencias un personaje complejo. El film cuenta con la fotografía del maestro Néstor Almendros y es un retrato impagable de una Barcelona pre-olímpica. Solo por eso ya sería de interés, pero hay que afirmarlo en voz alta.

Estamos ante un film avanzado a su época, no suficientemente reconocido, honesto, que sabe captar la atención del espectador dando visibilidad a un colectivo muy maltratado históricamente en el cine y (lamentablemente) en la vida también.