Altered States es un film muy digno de ciencia ficción, que en las manos de su director Ken Russell, crece en fuerza visual y planteamiento conceptual.

Adaptación de la novela de Paddy Chayesfsky, a partir del arquetipo mad doctor que autoexperimenta, en este caso buscando los límites de la mente humana a partir de estados de consciencia alterada. Russell, responsable de obras singulares (Tommy (1975), Gothic (1986) o The Devils (1971) por citar alguna), impregna el film con su particular desparrame visual que es uno de los puntos fuertes del film. Imágenes lisérgicas, psicodélicas con abundante simbología religiosa acompañadas de la música de John Corigliano, le dan al film una fuerza visual inusitada.

Más allá de su falta de rigor científico, o de elementos "sentimentales" de la trama, el film brilla como reflexión sobre la naturaleza del inconsciente y la curiosidad del ser humano por el autoconocimiento. La interpretación de William Hurt, humaniza el personaje y al final estamos ante un film que no es redondo, pero que incluye momentos brillantes, y al que hay que reconocer su valentía por arriesgar en su temática y en su puesta en escena.