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Voto de El estreno de la semana:
7
Drama. Romance Falta sólo una semana para el 45º aniversario de su boda, y Kate Mercer está muy ocupada con los preparativos de la fiesta. Pero entonces llega una carta dirigida a su marido, en la que se le notifica que, en los glaciares de los Alpes suizos, ha aparecido congelado el cadáver de su primer amor. (FILMAFFINITY)
15 de mayo de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Porque también se puede seguir sufriendo por amor después de los 60/70 años. Y así lo demuestra el tercer largometraje del británico Andrew Haigh, que como en su anterior película "Weekend" (allí basada en un amorío gay), sigue basándose en contar historias de a dos, en donde la película es y se basa, en los dos personajes principales, prácticamente sin actores de reparto.

Y es en esa intimidad donde el director logra lo mejor de sus películas (debo reconocer que no he visto su ópera prima "Greek Pete", pero creo que allí hablamos de otro tipo de cine), en la relación entre dos personas, recién se conozcan como en "Weekend", o lleven 45 años de casados. Porque la intimidad es la misma, es el vínculo de a dos lo que se quiere mostrar, pero siempre desde la mirada principal de uno, desde la visión de uno de los dos, con todo lo que contiene la visión subjetiva de uno, y eso es logrado quizás más de forma directa en esos dos chicos que se conocen un fin de semana, y en forma mucho más sutil, delicada, en esta pareja de toda una vida.

Volviendo a esta última, como simple adelanto de la trama, nos encontramos ante un matrimonio que se propone celebrar sus 45 años de casados. Todo parece fluir cotidianamente, cada uno en sus tareas frecuentes, agregaría, en sus solitarias tareas frecuentes, que no es un detalle menor, hasta que en lo que parece un desayuno más, cuando Geoff, el marido de Kate (Charlotte Rampling), interpretado por Tom Courtenay, recibe una carta informándole que su primera amor, ha sido encontrado congelado en los Alpes Suizos, cuando ellos hacían travesías de montaña.

A partir de allí nada es igual, y todo girará en torno a las consecuencias que sufre Kate por la noticia. Tremenda actuación de Rampling (que le valió este año la nominación a mejor Actriz Portagónica en los los Oscars, además de otras nominaciones y premios), esa actriz que sólo puede llegar a verse opacada por una Meryl Streep, Maggie Smith su compatriota, y alguna más quizás. Porque lo que esa mujer que siempre parece de actuaciones frías, transmite a través de su rostro, de sus miradas, de sus silencios, creo que pocas pueden hacerlo, y para este papel no habría otra que pudiera hacerlo mejor.

Porque todo el sustento del film es ella, sin opacar la actuación muy buena de Courtenay, pero es ella la que supera todo. Es ella la que a su ritmo pausado, marca la narrativa y los hechos que se van dando. Es ella la que marca el ritmo de los diálogos entre ellos, diálogos leyendo un libro en el living, acostados en la cama, diálogos que parecerían algo más entre el vínculo de dos "ancianos", que uno podría pensar que no tienen mucho para hablar, y menos replantearse a esas alturas de la vida el amor que se sienten.

Podrá ese ritmo pausado, ese cine minimalista, detallista, basado en sutilezas, al que uno a veces no está muy acostumbrado (recordaba a la francesa "35 rhums" por ejemplo), perdernos por momentos del eje principal, que es ese replantearse el amor del otro. Quizás sea ese sentido común, sobre todo lo hipercorrecto que se supone que hacen los ingleses, pueda verse plasmado también en la cinta, que por momentos requiere de algún sobresalto, vaya a saber uno de que tipo.

Porque dicen que no hay como el primer amor, y eso lo saben los dos. El buscando fotos y recuerdos de ella, ese cadáver que debe mantenerse en condiciones similares dado la conservación en el hielo, como él dice; y Kate, gritándole, preguntándole, con lágrimas incluidas, que es lo que está haciendo a altas horas de la noche buscando y removiendo todo ese pasado en el altillo. Pero escenas como esas, se ven interrumpidas por momentos "felices" (cada uno sacará su conclusión) de risas, baile, y sexo también.

Porque son sólo ellos dos los protagonistas de lo que les pasa (no tienen hijos, y viven en una típica campíña inglesa alejada), más allá de algún matrimonio amigo que aparezca fugazmente, pero que son externos a ese vínculo, a esa situación, en donde la verdadera actriz de reparto, es ese primer amor que aparece, a través de cartas, fotos, y recuerdos del pasado, que parecen aflorar en el presente.

Ya nada es lo mismo, y podremos concluir entonces como la frase del principio, que también se sufre de amor en la adultez, quizás otro tipo de amor, quizás otro tipo de dolor ...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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