Es como una tragedia griega, pero con final esperanzador y positivo. Amor y perdón superan el odio e iluminan el futuro. Es el mensaje para después de una guerra como no se había visto jamás... De todos modos, la película no va de guerra, aunque incluye dos y el holocausto nuclear (que quedan siempre en segundo plano), sino que es una metáfora que se basa en amores imposibles, abusos en una sociedad feudal, resentimiento, venganza, mucho dolor y al final: perdón. Tal vez lo único que cabe si se quiere seguir adelante.
Me ha impresionado... la precisión del guión, la factura técnica y la fotografía, los decorados, esa magnífica banda sonora con música de flamenco, con su guitarra y su cante (en japonés).
Quisiera ver más películas como esta y menos armas de fuego, menos Wall Street, menos psicópatas y narcotraficantes. El cine, es cierto, es espectáculo, pero si lo entendemos como arte y le concedemos una función social, necesita de contenidos más elaborados, más humanos, incluso más éticos, si se me permite decirlo.
Esto es lo que he encontrado a "manos llenas" en este Amor inmortal.
No te lo pierdas, está en Filmin y en algunas bibliotecas... Y si consigues una buena copia (parece difícil) tanto mejor, pero, sea como sea, no dejes de verla.