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Drama. Comedia
Después de haberse dado a conocer en París, un pintor regresa a su pueblo natal en pleno campo. La casa en la que pasó su infancia cuenta con un espléndido jardín, pero él ni sabe ni le apetece cuidarlo. Por eso pone un anuncio en el periódico local solicitando los servicios de un jardinero. El primer y último candidato es un compañero al que no veía desde los tiempos de la escuela. En su contacto diario con él, el pintor descubre a un ... [+]
2 de marzo de 2009
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine está lleno de historias de amor. Casi todas las buenas películas tienen una, y las malas también... Historias en torno a la amistad también hay, pero menos.
Conversaciones con mi jardinero es una de estas últimas. De hecho la historia de la amistad de Pincel y Hortelano lo es todo en la película, junto con las interpretaciones de Auteuil y Darroussin, claro...
Que le pregunten a Auteuil, por cierto, cuántas veces se tuvo que esforzar tanto como en esta película para conseguir darle credibilidad a su personaje... porque la verdad es que el papel de pintor imbécil no está muy bien planeado y seguro que es duro trabajar para hacerlo creíble. Auteuil lo lleva con dignidad y se supera en las oportunidades que le toca hacer de amigo sin más, pero no cuela demasiado como artista.
Darrussin lo tiene mejor en su papel de tímido hortelano. Por cierto, le recuerdo de Mari Jo y sus dos amores, una de las magníficas tragedias de Robert Guédiguian, haciendo de marido de Ariane Ascaride, otro portento de la cinematografía francesa...
Pero volviendo a Conversaciones, y para terminar, diría que es más de ciencia ficción que La Guerra de las Galaxias, y que si nos la creemos es porque para disfrutar el cine hay que tener fe... aunque para creer en esta película habría que ser al menos la Madre Teresa.
Además del personaje del pintor está la enfermedad del hortelano. ¿Es que no hay seguridad social en Francia? ¿No estarían pensando en Guadalupe o la Reunion cuando hicieron la película? No sigo, no quiero desvelar más misterios y estropearos la película, que tampoco es tan mala.
Conversaciones con mi jardinero es muy emotiva, casi conmovedora, pero nunca te acabas de creer que lo que está pasando pueda ocurrir de verdad. Una pena, porque si no nos encontaríamos ante una película tan buena como Les enfants de Marais (no recuerdo el título en español) del mismo director, pero muy superior desde cualquier punto de vista.
Por cierto la campiña es la misma en las dos películas (o lo parece) y a prima vista las carátulas de los DVDs son hermanas.
Un 6 podría ser una nota más adecuada, pero es que son unos actorazos. Y esto de la amistad engradece la película.
Conversaciones con mi jardinero es una de estas últimas. De hecho la historia de la amistad de Pincel y Hortelano lo es todo en la película, junto con las interpretaciones de Auteuil y Darroussin, claro...
Que le pregunten a Auteuil, por cierto, cuántas veces se tuvo que esforzar tanto como en esta película para conseguir darle credibilidad a su personaje... porque la verdad es que el papel de pintor imbécil no está muy bien planeado y seguro que es duro trabajar para hacerlo creíble. Auteuil lo lleva con dignidad y se supera en las oportunidades que le toca hacer de amigo sin más, pero no cuela demasiado como artista.
Darrussin lo tiene mejor en su papel de tímido hortelano. Por cierto, le recuerdo de Mari Jo y sus dos amores, una de las magníficas tragedias de Robert Guédiguian, haciendo de marido de Ariane Ascaride, otro portento de la cinematografía francesa...
Pero volviendo a Conversaciones, y para terminar, diría que es más de ciencia ficción que La Guerra de las Galaxias, y que si nos la creemos es porque para disfrutar el cine hay que tener fe... aunque para creer en esta película habría que ser al menos la Madre Teresa.
Además del personaje del pintor está la enfermedad del hortelano. ¿Es que no hay seguridad social en Francia? ¿No estarían pensando en Guadalupe o la Reunion cuando hicieron la película? No sigo, no quiero desvelar más misterios y estropearos la película, que tampoco es tan mala.
Conversaciones con mi jardinero es muy emotiva, casi conmovedora, pero nunca te acabas de creer que lo que está pasando pueda ocurrir de verdad. Una pena, porque si no nos encontaríamos ante una película tan buena como Les enfants de Marais (no recuerdo el título en español) del mismo director, pero muy superior desde cualquier punto de vista.
Por cierto la campiña es la misma en las dos películas (o lo parece) y a prima vista las carátulas de los DVDs son hermanas.
Un 6 podría ser una nota más adecuada, pero es que son unos actorazos. Y esto de la amistad engradece la película.
