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Voto de José Antonio Llebrés:
9
7,3
26.350
Drama
En 1941, Barton Fink viaja a Hollywood para escribir un guión sobre el luchador Wallace Berry. Una vez instalado en el Hotel Earle, el guionista sufre un agudo bloqueo mental. Su vecino de habitación, un jovial vendedor de seguros, trata de ayudarlo, pero una serie de circunstancias adversas hacen que se sienta cada vez más incapaz de afrontar su trabajo. (FILMAFFINITY)
30 de enero de 2011
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me he quedado de piedra al ver esta fascinante y arrebatadora historia que puede que me llegue más hondo que a otros espectadores porque soy escritor aficionado (he escrito 2 libros y voy por el tercero) así que sé perfectamente la angustia y los temores que sufre el personaje principal tan magníficamente interpretado por Turturro.
Todo aquí es rabiosamente bueno:
La dirección es sublime en cada escena, cargada de detalles que se escapan en un primer visionado (seguro que al verla más veces salen más y más...), Coen en su esencia más pura, antesala de la grandísima Fargo, casi una pre-cuela en el modo de dirigir.
Los personajes les vienen como anillo al dedo al casting, magnífico en todos los aspectos, desde los principales hasta los secundarios. Absolutamente maravilloso y delirante Michael Lerner. Todos y cada uno de los actores saben sacar la quinta esencia a sus personajes. Parecen nacidos para interpretar esos papeles.
La fotografía es demencial; claustrofóbica en algunos momentos y sosegadora en otros, cercana cuando hace falta y lejana cuando se requiere, luminosa para engrandecer las escenas más barrocas y oscura y tétrica cuando hace falta. Muy incisiva.
El guión es enrevesado y tiene golpes de efecto absolutamente inesperados que provocan en el espectador ansia por querer saber lo que sucederá en la siguiente escena, maravillosamente típico de Coen.
Esta cinta tienes que verla y recrearte en cada plano.
Se merece un 10 pero le doy un 9. ¿Por qué? ¡PORQUE SE ME HA HECHO CORTA!
Sin duda esta cinta fue el embrión de "Fargo".
Todo aquí es rabiosamente bueno:
La dirección es sublime en cada escena, cargada de detalles que se escapan en un primer visionado (seguro que al verla más veces salen más y más...), Coen en su esencia más pura, antesala de la grandísima Fargo, casi una pre-cuela en el modo de dirigir.
Los personajes les vienen como anillo al dedo al casting, magnífico en todos los aspectos, desde los principales hasta los secundarios. Absolutamente maravilloso y delirante Michael Lerner. Todos y cada uno de los actores saben sacar la quinta esencia a sus personajes. Parecen nacidos para interpretar esos papeles.
La fotografía es demencial; claustrofóbica en algunos momentos y sosegadora en otros, cercana cuando hace falta y lejana cuando se requiere, luminosa para engrandecer las escenas más barrocas y oscura y tétrica cuando hace falta. Muy incisiva.
El guión es enrevesado y tiene golpes de efecto absolutamente inesperados que provocan en el espectador ansia por querer saber lo que sucederá en la siguiente escena, maravillosamente típico de Coen.
Esta cinta tienes que verla y recrearte en cada plano.
Se merece un 10 pero le doy un 9. ¿Por qué? ¡PORQUE SE ME HA HECHO CORTA!
Sin duda esta cinta fue el embrión de "Fargo".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Cada escena tiene su pasión, a veces tranquila y a veces exhaltada por lo que en conjunto es muy buena pero también si se analiza la película escena a escena.
Me quedo con la llegada de Fink al despacho del productor (esquizofrénica interpretación de Lerner), futuro coronel descabelladamente hilarante. Todo en esta escena es para dejar las palomitas a un lado y abrir la boca hasta que te de la mandíbula en las rodillas.
La escena del fuego en el hotel impacta por su espectacularidad.
El final es tragi-cómico pero buenísimo.
Me quedo con la llegada de Fink al despacho del productor (esquizofrénica interpretación de Lerner), futuro coronel descabelladamente hilarante. Todo en esta escena es para dejar las palomitas a un lado y abrir la boca hasta que te de la mandíbula en las rodillas.
La escena del fuego en el hotel impacta por su espectacularidad.
El final es tragi-cómico pero buenísimo.