No se sabe si esto sucederá en un truculento futuro muy muy lejano o en la calle de atrás. Lo digo más bien por la pobre tecnología de las grandes naves (no aparece ni una triste pantalla de ordenador y todo funciona con palancas). El caso es que engancha (por lo menos a mí) con una puesta en escena antológica y unos malos muy malos y unos buenos muy malos también. Que todo el peso de una película así caiga sobre los (anchos) hombros de Vin no es demasiado aconsejable aunque le da a Riddick el toque macarra y barriobajero que se merece para poder con los necróferos (me encanta el nombre tan rimbombante). Está claro que estaba pensada como primera parte de una secuela pero parece ser que las pobres recaudaciones dieron al traste el proyecto que parecía interesante. Quedan así abiertas muchas dudas sobre el pasado y el futuro inmediatos de los días en los que transcurre la historia.
Aconsejable si quieres acción y escenografía recargada pero no lo es tanto, está claro, si esperas ver una película de Karl Theodore Dreyer (uno mis favoritos).
Por todo ello, le doy un 6 ALTO, venga, un 7.