Gran ejemplificación de el estado y el control social, trasladado a la gran pantalla. La institución medica psiquiatrica que cataloga a unos pocos como anormales, muy acorde al tipo de trato que recibían en esa época y que aún en nuestros tiempos no ha pasado de una terapia de re adaptación no muy bien lograda mediante farmacoterapia, y psicoterapia.

Lo que llega a lograr de gran manera Milos Forman en esta cinta no es solo un relato acerca de un grupo de personas con diferentes trastornos mentales, sino como las diferentes instituciones en esta caso la institución médica representada como el Estado, y a la enfermera Ratched "Louise Fletcher" con un patrón obsesivo compulsivo y con delirio de grandeza, como representante del mismo, ejerce un tipo de hegemonía sobre los pacientes, donde aparece el símbolo perfecto de la anarquía y revolución social en la interpretación de McMurphy con un esplendido Jack Nicolson que figura como la personalidad antisocial, que genera un sin fin de cuestionamientos e inunda de emociones a lo largo del film.

Como bien relata M. Foulcoult en muchas de sus obras, siempre ha existido un oscurantismo médico donde la razón la tiene él, y lo demás es solo rigor de que el paciente debe obedecer, sobretodo en el área de la psiquiatría.

Se presentan en la película temáticas que trascienden a la de un hospital o centro psiquiatrico, a las de una sociedad bajo un régimen de gobierno como la sumisión, el compañerismo, la compasión, la anarquía, la represalia, la opresión, el castigo y la búsqueda de libertad, que han sido muy bien alineadas al tipo de patología mental que presentaba cada personaje.
Un final que conmueve en el alma y genera un grito que despabila al espectador.

Sin lugar a dudas un film que pasa a la historia del 7mo arte donde cada aspecto cinematográfico es una joya.