Esta es la confirmación que da Nolan para que todos se den cuenta de su capacidad para dar vida a historias absolutamente concluyentes (y comerciales aparentemente). Esta más reciente película del director de “The Dark Knight” con entornos giratorios unos detrás de otros, con un tema central bastante complicado y con la notoria particularidad característica de Nolan en sus historias marca un nuevo cine lleno de imaginación, estilo y peculiaridad. Es fácil pensar antes de ver la cinta que se trata de ese cine comercial y caro que atrae más que todo a las personas que quieren ver explosiones y acción por todas partes, al estilo Ethan Hunt. Y repite haciendo que sus dos últimas cintas parezcan cine convencional con una potente historia (y película) por detrás que termina siendo la esencia fílmica de Nolan.

La enorme travesía que plantean atravesando y modificando sueños constituye esa interesante mente de Nolan que es capaz de crear monumentales historias, literalmente, pero dibujando imágenes de popularidad y comercialidad. Me pregunto, es una estrategia o es su estilo en realidad. Sin importar la repuesta creo que con este film este director sube varios peldaños e inicia su consagración.

La cinta es una ostentación de efectos visuales representados en sueños y más sueños alrededor de personajes y obviamente alrededor del espectador. La tan planeada y detallista cinta atraviesa los limites de las mentes obligando al público a sacar sus propias conclusiones. Lo que hace que “Inception” sea magistral es precisamente eso, debatirse entre lo que es realidad o sueño, recuerdos o limbo como así lo llaman aquí pero individualmente, ese es el punto en donde este film se convierte en una delicia y pasa de tener una imagen palomitera a convertirse en una cinta de raciocinio que hace de la opinión personal de cada espectador una base permitida. Es completamente rotunda la calidad que aquí se nota, ejemplo concreto de esto la impresionante banda sonora a cargo de Hans Zimmer y la caracterización notable de Marion Cotillard.

La complejidad lo dice todo, es un mensaje de Nolan para los que pensaron que venían a comer palomitas y nada más. Es sorprendente hasta donde te puede arrastrar la historia detrás de cada entorno o sueño y mucho más sorprendente todo que está dentro de este.

DiCaprio me gustó más en “Shutter Island” aunque ya va siendo hora de que le den su Óscar.