Una de las películas más interesantes que llegaron a España la semana del estreno de ‘Exodus’ y ‘Magia a la luz de la luna’ fue ‘Mil noches, una boda’, película dirigida a seis manos por los noveles y ganadores de la cámara de oro en Cannes, Marie Amachoukeli, Claire Burger y Samuel Theis, amigos de toda la vida que decidieron después de un trabajo de varios años contar una historia biográfica con toques de ficción.

‘Mil noches, una boda’ cuenta la vida real de Angélique, reina de la noche en un burdel de una localidad fronteriza entre Francia y Alemania, a la que un cliente decide pedirle matrimonio para que abandone su estilo de vida. El film, de producción francesa, es un drama interesante que habla sobre las costumbres, la esperanza y las distintas formas que tiene el ser humano por entender su existencia y su paso por el mundo. El material que trata es delicado. Delicado porque narra la vida de una persona de vida alegre, que trabaja en un burdel, pero que sin embargo comprende su trabajo de manera distinta a la prostitución de hoy día. También delicado porque habla de los problemas que presenta la protagonista para conformar una familia estable, habiendo sido una pésima madre, y queriendo ser ahora una mejor abuela; o también por el análisis que hace sobre los estilos de vida, el maltrato y la hipocresía reinante en la sociedad.

La película, llamada originalmente ‘Party girl’ es sensible y estricta, no recae en aspectos lacrimógenos y brilla por la dirección de actores además de la potencia del personaje principal, una Angélique Litzenburger que plasma con veracidad un mundo trasnochado y decadente. Interesante la mezcla de culturas y de hábitos familiares, donde contemplamos la lucha entre lo consciente y lo instintivo. Quizás en ocasiones le falte un toque de ritmo, pero desde luego en ella se respira frescura y verosimilitud. La fotografía destaca en la oscuridad, jugando con la oscuridad y las luces de neón de los bares, además es interesante la mezcla idiomática que plasman en la película, teniendo diálogos en alemán, francés e incluso algún dialecto de la zona.

El film en ocasiones peca de asemejarse en demasía a un documental, aunque tratan de solventarlo a través de la inclusión de varios momentos de ficción. La poca química existente entre los dos personajes principales sirve de catalizador para contar la historia que el trio de dirección querían plasmar: el choque de dos mundos. Notables Angélique Litzenburger (Angélique) y Joseph Bour (Michel). Como curiosidad descubriremos que Samuel Theis, codirector, aparece en pantalla siendo uno de los hijos -el más exitoso- de la protagonista, siendo precisamente una historia autobiográfica en su mayor parte.

Notable música a cargo de Chinawoman y sus temas ‘Party girl’ y ‘I’ll be your woman’. Cine de autor interesante más propia de los circuitos festivaleros (estuvo presente en la pasada edición del FICX) y que segura pasará muy desapercibida para el gran público.

Lo mejor: El realismo y la interpretación de Angélique Litzenburger.
Lo peor: Lo lúgubre y desmoralizante del mundo que retratan. La sencillez de sus planos.

Valoración:
Banda sonora: 7
Fotografía: 5
Interpretaciones: 7
Guion: 6
Dirección: 6
Satisfacción: 6
NOTA FINAL: 6,1

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