Comentaba en una entrevista el bueno de Matthew Fox -protagonista del film y recordado por todos como el Jack Shephard de Perdidos- que ‘Extinction’ no podía ser etiquetada como una película más de zombis. Probablemente no le falte razón. Y es que la nueva película del español Miguel Ángel Vivas, quién me dejara buen sabor de boca con su intenso y asfixiante anterior thriller -‘Secuestrados’ en 2010-, busca funcionar estructuralmente como un drama familiar dentro de un entorno apocalíptico, más que como una película de terror al uso. El film, con guion de Alberto Marini y el propio Miguel Ángel Vivas, es la adaptación de la novela ‘Y pese a todo’ del escritor sevillano Juan de Dios Garduño, producción (dentro de ella encontramos la presencia del director español Jaume Collet-Serra) que ha sido concebida para su venta internacional (de ahí su rodaje en inglés y con actores internacionales a excepción de Clara Lago) y bajo el paraguas de un importante presupuesto (casi 6 millones cuando la media del cine patrio está más próxima a es de 1,5 en el cine español), algo que facilitará sin lugar a dudas su rentabilidad.

‘Extinction’, después de un tenso e interesante prólogo, narra cómo es la vida en una pequeña población norteamericana llamada Harmony entre los tres únicos supervivientes de una agresiva infección que convirtiese a la humanidad en unos extraños seres hace nueve años. La vida en la zona es complicada, el frío y la nieve es constante y la relación entre las dos únicas viviendas con vida conocida es inexistente. En una de ellas reside Patrick (Matthew Fox), un desaliñado y alcoholizado hombre en compañía de un perro que caza y trata de localizar supervivientes con una potente radio. En la vivienda contigua -separados por fuertes verjas para protegerse de la amenaza zombi-, residen Jack (Jeffrey Donovan) y la joven Lu (Quinn McColgan), un padre que cuida de su hija dentro de unas estrictas medidas de protección, educación y alimentación. Todo parece calmado, pero las apariciones de un evolucionado zombi y la postrera de Anne (Clara Lago) -una joven en busca de ayuda- provocarán que el rencor existente entre Patrick y Jack tenga que aparcarse por el bien común.

La película presenta reminiscencias a la novela de Richard Matheson, la cual dio origen a los largometrajes ‘El último hombre vivo sobre la tierra’ (1964) y su posterior y famoso remake ‘Soy leyenda’ (2007), también a la exitosa serie televisiva ‘The Walking dead’ (por sus diatribas humanas) y muy levemente (por aquello de las nieves, la caza y aspecto de Fox) a ‘Las aventuras de Jeremiah Johnson’ (1972). Es decir, de acuerdo con el discurso de que se busque el drama humano por encima del mero cine de terror con zombis, pero lamentablemente y en definitiva lo que presenciamos no es en absoluto innovador.

Otros problemas que presenta la película radican en, por ejemplo, un croma demasiado llamativo y que da aspecto de producción menor, el hecho de que uno de sus reclamos en España (la presencia de Clara Lago) sea más testimonial de lo deseado o que la potencia del drama familiar no queda claramente explicado en pos de incluir momentos de tensión y temibles criaturas. Sí que sin embargo destacan tanto la interpretación de un actor en horas bajas como es Matthew Fox (aborda muy bien la tensión y carga moral de su personaje) así como la fotografía de Josu Inchaustegui y la mano del propio Miguel Ángel Vivas. Me gustó la filmación y fotografía oscura de los interiores de las casas y sus diseños de producción, y especialmente aquella secuencia en la casa donde presenciamos lo que sucede en casa piso en corte perpendicular.

Una película de terror superior a la media, lo cual tampoco es demasiado teniendo en cuenta lo mucho y malo que nos está llegando en 2015 pero que no termina de dar el paso para ser considerada para ligas mayores. Seguiremos con atención la carrera del prometedor Miguel Ángel Vivas, quien ha seguido la estela de Manuel Carballo y su ‘Retornados’ al mostrarnos el drama zombi con producción española pero con profundidad internacional.

Lo mejor: La fotografía y Matthew Fox.
Lo peor: Un croma en tramos demasiado llamativo. La poca personalidad del proyecto.

Valoración:
Banda sonora: 5
Fotografía: 7
Interpretación: 6
Dirección: 5
Guion: 4
Satisfacción: 4
NOTA FINAL: 5,1

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