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España España · Zaragoza
Voto de Hilodeseda:
6
Drama Un cuento moderno sobre la obsesión por la popularidad. Stafford Weiss es terapeuta y escribe libros de autoayuda. Tiene una mujer sobreprotectora, un hijo antigua estrella de la TV en rehabilitación y una hija que acaba de salir del psiquiátrico. La principal cliente de Stafford es una famosa actriz, a punto de interpretar el papel que hizo su madre en los años 60. (FILMAFFINITY)
9 de marzo de 2015
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Todavía con ciertas reticencias después de la pésima ‘Cosmópolis’ me dispuse a presenciar la última propuesta del siempre -o casi siempre- interesante director canadiense David Cronenberg creador de películas como ‘La mosca’, ‘Promesas del Este’, ‘Videodrome’ y tantas otras. En esta ocasión Cronenberg con guion de Bruce Wagner y música de Howard Shore –como es habitual– se adentra en una oscura historia de vidas cruzadas dentro del universo de las celebritys donde salen a la luz miserias y penitencias de unas figuras ricas en posesión material y pobres de corazón. Horror moral del siglo XXI.

‘Maps to the stars’ revela en formato de sátira y comedia negra una desgarradora mirada al interior de famosos y pudientes con adoración por la fama y el dinero en detrimento de cualquier valor social y humano, un linaje que prolifera a orillas del mundo de la farándula del cine, música y la televisión y que en ocasiones tanto es admirado desde la periferia. En la película se nos muestra una especia de fábula sobre la decrepitud del Hollywood del siglo XXI con tendencia a la exageración más que a la coherencia que gira entorno a una especie de familia monster del paseo de la fama y a sus entroncadas ramas de negocio y miseria.

Stafford Weiss (John Cusak) es una especia de terapeuta/charlatán que ha cimentado una fortuna en base a sus disertaciones, programas de televisión y libros de autoayuda. Casado con una mujer sobreprotectora (Olivia Williams) y padres de dos hijos, un joven (Evan Bird) antigua estrella televisiva sumida en una seria crisis de drogadicción y una desfigurada hija recién salida del psiquiátrico (Mia Wasikowska), se ven envueltos en una situación compleja víctimas de su propio ego y falta de escrúpulos. A su vez conocemos a una de las clientas de Stafford, una actriz en horas bajas que busca su papel definitivo (Julianne Moore) y un conductor de limusinas (Robert Pattinson) que trata de hacerse un hueco como intérprete para cumplir así el ansiado sueño americano.

El film es incómodo, al más puro estilo Cronenberg, realizando un mosaico de tal calibre sobre los pecados capitales de la fama que te sientes aliviado al volver a tu vida normal y corriente una vez la proyección ha terminado. La película, con ocho años de producción, originalmente iba a ser interpretada por Viggo Mortensen y Rachel Weisz algo que finalmente no se produjo pasando sus papeles a la recién coronada mejor actriz Julianne Moore (un golpe de fortuna para el film) y nominada al Globo y ganadora en Cannes por este papel, y al cada vez más anodino John Cusak. Interpretativamente Moore está inconmensurable. Una actriz hecha a sí misma que no rehúye de papeles complicados y arriesgados, algo muy de agradecer el que una actriz de su nivel y edad asuma riesgos exponiéndose de esta manera y con esa naturalidad. Bravo. Del resto del reparto cabría destacar tanto a Evan Bird, mostrando uno de los personajes más odiosos que recuerde, y a Olivia Williams con un breve pero intenso papel. Mia Wasikowska está correcta aunque creo que su personaje ha sido desaprovechado, no por ella, sino por el guion, y de John Cusak poco o nada podemos esperar desde hace varios años.

La película es irregular y hay partes de la historia que me producen menos interés. En general todo lo que gira entorno al personaje de Julianne Moore es motivante: desde sus escarceos sexuales, pasando por sus fantasmas del pasado o la casi demoníaca hipocresía a la que le arrastra la figura de su representante. Un personaje con mucho jugo que reparte cartas a su alrededor. También son interesantes las conversaciones absolutamente cínicas y frívolas que se revelan en los foros en los que se mueven, unos devaneos morales que ocasionan más de un retortijón y espasmo en el ocioso espectador. Sin embargo la otra parte de la historia, la que rodea a la familia y los motivos que parecen explicar su particular problemática me genera más lejanía, siendo su desenlace más poético que efectivo.

Un film interesante pero del que se podría esperar más, que mira dentro de sí mismo y que inevitablemente recordará –salvando las distancias– a la obra maestra de 1950 dirigida por Billy Wilder ‘El crepúsculo de los dioses’ además de alguna más reciente como ‘El juego de Hollywood’. Película que será recordada por el papelón –una vez más–de Julianne Moore y el odioso personaje interpretado por Evan Bird.

Lo mejor: Julianne Moore.
Lo peor: Tramos del guion que bajan su interés.

Valoración:
Banda sonora: 6
Fotografía: 5
Interpretación: 6,5
Dirección: 5,5
Guion: 5
Satisfacción: 6
NOTA FINAL: 5,7

@hilodeseda - www.habladecine.com
Hilodeseda
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