Los británicos Estudios Aardman (fundados en 1972) son sin lugar a dudas un referente en el mundo de la animación y en concreto en la técnica del stop-motion y sus figuras de plastilina. A pesar de sus inicios en los años setenta fundamentalmente a través de colaboraciones en programas y pequeños cortometrajes, no fue hasta el año 2000 cuando el estudio fundado por Peter Lord y David Sproxton se lanzó al mundo del largometraje –por aquel entonces ya tenían prestigio en el mundo del cortometraje de animación– con la sorprendente y exitosa ‘Chicken Run: Evasión en la granja’, a la cual siguió la excelente y oscarizada ‘Wallace & Gromit. La maldición de las verduras’. Después de producir dos films de animación digital como ‘Ratónpolis’ y ‘Arthur Christmas’ retomó el stop-motion con ‘Piratas’ (nominada al Oscar) para ahora adaptar a la gran pantalla la serie de televisión ‘La oveja Shaun’.

‘La oveja Shaun: La película’, dirigida por Richard Starzek y Mark Burton, es en sí misma un spin-off de ‘Wallace & Gromit’ donde se nos cuenta la vida de un rebaño de ovejas al cual pertenece la oveja Shaun, de un perro pastor llamado Bitzer, el granjero y el resto de animales de la granja. Shaun, una oveja con inquietudes y con una gran creatividad, cansada de su rutinario día a día decide que tanto él como sus compañeros de rebaño merecen un día libre. En su intento por librarse del granjero y descansar ese día, accidentalmente, originan que el granjero se pierda por la gran ciudad donde aquejado de amnesia olvidará parcialmente su pasado para convertirse sorprendentemente en un afamado peluquero. Shaun y su rebaño con la ayuda de Bitzer deciden ayudar al granjero y reparar su error para lo cual han de lidiar en la gran ciudad con la presencia de un impasible responsable de control animal urbano.

La película sinceramente es una delicia, fundamentalmente por su humor ingenuo y blanco –demostrando que no solo de humor negro o sátira vive el hombre– y por la calidad de sus figuras, pero también por sus guiños cinéfilos y sus sencillas moralejas. A través de su potente estilo visual y la ausencia de diálogos –cine que recuerda a clásicos del cine mudo– trata de expresar la importancia de los valores como la constancia, el trabajo y la confianza, así como aprender a valorar las cosas que nos rodean habitualmente y que se desprecian por su cotidianeidad. La película es un fiel reflejo de la sociedad actual, más pendiente de modas y las redes sociales que de cuidar comportamientos o ayudar al prójimo. También se defiende y destaca la creatividad e inquietudes –virtudes del personaje protagonista dentro de un simbólico rebaño– a partir de las cuales vienen las vivencias y las oportunidades de desarrollo disfrazadas aquí de aventuras ovinas en ocasiones catastróficas.

No diría que ‘La oveja Shaun: La película’ es superior a sus predecesoras pero sí que sin lugar a dudas es de las que más llegará a los más pequeños por la siempre afinidad con el mundo animal y por la mayor sencillez en sus gags –en un sentido completamente positivo–. La simpatía del personaje y el deleite por la maravilla manual en el diseño de personajes y ubicaciones supondrán un aliciente muy satisfactorio también para los más mayores, además de salir a ritmo de las simpáticas y pegadizas melodías, tanto la melodía habitual como el tema ‘Feels like summer’ de Tim Wheeler, Ilan Eshkeri (compositor de bandas sonoras como la de ‘The invisible woman’ dirigida por Ralph Fiennes) and Nick Hodgson. Muy notable y disfrutable.

Lo mejor: Los guiños cinéfilos.
Lo peor: Los cerdos no me parecen bien diseñados.

Valoración:
Banda sonora: 6,5
Fotografía: 6,75
Interpretación: -
Dirección: 7,5
Guion: 7
Satisfacción: 7
NOTA FINAL: 7

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