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España España · Zaragoza
Voto de Hilodeseda:
3
Thriller. Drama Adam Cassidy (Liam Hemsworth), un joven de 26 años, odia su trabajo en la compañía tecnológica Wyatt Corporation. Cuando manipula el sistema para ayudar a un amigo, es acusado de un delito federal. Su jefe Nicholas Wyatt (Gary Oldman), le propone un trato para evitar la cárcel: infiltrarse en la compañía de Jock Goddard (Harrison Ford), antiguo mentor de Wyatt, y actuar como espía industrial. Adam acepta y logra ascender rápidamente, ... [+]
15 de marzo de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno, en el mucho tiempo que lleva presenciando cine, ha podido encontrarse prácticamente de todo. Desde por supuesto obras maestras a grandes películas o interesantes obras menores, pasando por cintas entretenidas fácilmente olvidables, películas flojas y/o bazofias de gran tamaño.

“El poder del dinero” reunía todos los condicionantes para encuadrarla en una de las dos últimas categorías con todo merecimiento. Y todo ello gracias a un guion sobre una novela de espionaje industrial aderezado con un anodino protagonista físicamente atrayente, un par de actores con nombre potente que acuden al aroma del dólar recién cocinado y un director autor de películas “unbrained” (descerebradas, y sí me lo acabo de inventar) del estilo de “La cruda realidad” (2009) o “Killers” (2010).

¡Alerta máxima!, y no me refiero precisamente a la película del mismo nombre que protagonizaba Steven Seagal, sino a que claramente estaba en los dos últimos eslabones cinéfilos. El cine se aproxima al precipicio.

Robert Luketic con el guion de Barry Levy basado en la novela de Joseph Finder –escritor del que se ha llevado a la pantalla también “Toda la verdad” en 2002–, nos presenta un thriller con temática empresarial y “smartphonera” , donde un joven veinteañero (Liam Hemsworth) responsable del cuidado de su padre (Richard Dreyfuss) y trabajador de una de las empresas punteras en el desarrollo de tecnología móvil, Wyatt corporation, es cazado en una actuación digamos poco lícita, a través de la cual es chantajeado por su dueño Nicholas Wyatt (Gary Oldman) para, a pesar de sus –en teoría– fuertes convicciones, realizar espionaje industrial en la empresa líder del sector, propiedad de Jock Goddard (Harrison Ford) y en la cual trabaja por casualidad…la chica guapa de turno y ligue puntual de un afortunado día, la guapa Amber Heard. El sueño americano de alcanzar una posición adinerada envuelto en lujos estaba más cerca.

A partir de ahí, las cosas más previsibles, insultantes y anómalas irán apareciendo para deleite de una importante pléyade de féminas con las hormonas a flor de piel ante el continuo exhibicionismo del protagonista, Liam Hemsworth –hermanísimo del marido de nuestra Pataky, Chris Hemsworth–, y para gozo de los peluqueros y peluqueras del mundo (no paré de tirarme de los pelos).

Si careces de pelo, te gusta el buen cine, no te van los macizos en toalla o simplemente prefieres hacer un curso acelerado de calceta, evítala. Para todo lo demás, Mastercard.

Lo mejor: Que entre risas puede pasar relativamente fácil.
Lo peor: El infumable guion. Lo plano del protagonista.

@hilodeseda www.habladecine.com
Hilodeseda
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