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Voto de Nashville:
8
Drama Ocho viejos amigos, compañeros de universidad en la década de los sesenta, vuelven a reunirse quince años después con motivo del entierro de uno de los miembros del grupo, un científico brillante que rehusó integrarse en el sistema. Durante el fin de semana que pasan juntos, queda de manifiesto cómo cada uno de ellos ha ido evolucionando y dejando atrás el inconformismo y la rebeldía de la época universitaria. (FILMAFFINITY)
11 de agosto de 2008
14 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lawrence Kasdan consigue una atmósfera deliciosamente divertida a pesar de que el punto de partida es el funeral de uno de los miembros del carismático grupo protagonista. Salpicada aquí y allá de tintes dramáticos, la película es alegre y más profunda de lo que pueda parecer. Un grupo de viejos amigos de la universidad se vuelven a encontrar al acudir al funeral de uno de ellos, que se ha suicidado. Todos pasan el fin de semana en la fabulosa mansión de los Cooper (Kevin Kline y Glenn Close) y conforme pasan las horas y los recuerdos, Nick (William Hurt), Sam (Tom Berenguer), Meg (Mary Key Place), Karen (Jo Beth Williams) y Michael (Jeff Goldblum) vuelven a estrechar los lazos entre ellos después de tantos años… aunque más bien parece que nunca se deshicieron.

Brillante y talentoso reparto que Kasdan sabe orquestar hasta conseguir una magnífica melodía en forma de película. En efecto, es la prueba de un elenco bien orquestado pero quien de verdad da la nota es William Hurt, con el papel más complejo y profundo de todos los personajes y una impecable interpretación.
En el año 2006 Carey Scott dirigió la comedia dramática ‘Hidden Secrets’, estrenada solo en Estados Unidos y protagonizada por John Schneider y David A.R. White, que narraba la historia de un hombre que se encuentra a sí mismo tras pasar un fin de semana en casa de unos amigos tras un funeral… Aunque la película de Scott es más que digna, ni que decir tiene que se debió inspirar, y mucho, en la cinta de Kasdan, aunque con enfoques diferentes, lo que demuestra el carisma del filme de 1983.

Después del reparto y los jugosos diálogos (ninguno se puede desperdiciar), es imposible no mencionar la banda sonora, con canciones inolvidables para varias generaciones que ayudan a Kasdan a orquestar al grupo… Aretha Franklin, The Exciters y, sobre todo, Credencee Clearwater con John Fogerty al micrófono. Así resulta más fácil contestar al dilema que nos plantea Kasdan y que no es otro que el siguiente: ¿qué prefieres, echar raíces, tener una familia, una casa y un trabajo estable; o seguir viviendo de los sueños de juventud mientras piensas en sexo, drogas y rock&roll? Ah, y los partidos de fútbol, por supuesto. Divertidísima y reconfortante.
Nashville
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