He leído muchas críticas negativas a la serie, lo que me desconcierta porque yo he visto un trabajo de gran corte: belleza, elegancia, ritmo... No es una serie de ciencia ficción, con referencias tecnológicas y metafilosofía, es un drama muy bien llevado.
Las actuaciones, en general, son de lujo. La dirección, estupenda; sabe generar tensión y que el espectador se haga miles de preguntas. No regala nada, no es fácil, te lleva a caminos complejos sin darte cuenta.
Sabe utilizar planos y escenas que hablan por sí solos, sin necesidad de un diálogo que contextualice.
En mi opinión, es una gran serie. Sin continuidad, con el final del último episodio constituye un trabajo muy bien cerrado. Si tiene más temporadas -que parece que no va a ser así-, habría que ver cómo evolucionan.