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Voto de Sergio Berbel:
7
Western. Drama. Romance En el verano de 1870, Averill e Irvine terminan sus estudios en la Universidad de Harvard. Veinte años después, viven en circunstancias muy distintas. Averill, más serio y visiblemente más viejo, se ha convertido en un "marshall" federal. Por su parte, Irvine, destruido y arruinado por la bebida, pero todavía en su sano juicio, es miembro de la asociación Stock Growers Agricultores, que está involucrada en un conflicto. (FILMAFFINITY)
2 de enero de 2024
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Llegaba a su fin la década de los 70, el gran momento de la historia del cine, los años en los que una pléyade de grandes cineastas había dado un puñetazo en la mesa de la industria hollywoodiense y se habían hecho con el control de los estudios. Uno de ellos fue Michael Cimino, que marcó el curso de la historia del cine con “El cazador”. Y fue precisamente el fracaso estrepitoso de “La puerta del cielo” el que supuso el principio del fin de aquel paraíso cinéfilo con la llegada de los olvidables años 80. Porque “La puerta del cielo” es técnicamente exquisita, un alarde visual y de producción apabullante, síntesis de lo que había dado de sí la mejor década de la historia del cine, pero con cierta tendencia a estirar un guión que daba para muchísimo menos metraje y sestear en torno a escenas y situaciones totalmente prescindibles. Reconozcámoslo, es una maravilla aburrida.

Michael Cimino arruinó a la United Artist con su rodaje, dado que el film recaudó algo más de 3 millones de dólares cuando su rodaje acabó ascendiendo a 35 millones. Sin límites ni contemplaciones, pusieron todo en las manos del creador de esa obra maestra inmortal que es “El cazador” para que hiciera un western crepuscular. Y Cimino lo hizo, consiguiendo planos e iluminaciones de escenas para estudiar en las escuelas de cine, pero al servicio de un argumento confuso y mínimo que condenó al ostracismo a tan magna obra ya de inicio por culpa de un guión, firmado por el propio Cimino, deslavazado y plano de principio a fin.

Además, esa ansia esteticista comete el imperdonable error de hacer fijar la vista del espectador en semejante derroche pasando desapercibidas las intervenciones actorales de un elenco apoteósico para la historia del cine, al que no se le saca el suficiente partido. Estamos ante un film protagonizado por Kris Kristofferson y una jovencísima y maravillosa Isabelle Huppert (ella y su personaje son lo mejor del film con diferencia), secundados por Christopher Walken, Jeff Bridges, Sam Waterston, John Hurt, Mickey Rourke… Lo mejor de lo mejor para una película coral que destroza los mitos fundacionales de los USA.

Apoyada en una dirección de fotografía de Vilmos Zsigmond sublime, heredera de los grandes cineastas de los 70, y una enorme partitura musical de David Mansfield, se nos cuenta la lucha a muerte entre los magnates ganaderos y agrícolas de la zona que pretenden cazar y dar muerte a los migrantes que han acudido a buscarse la vida en la zona por sentir que amenazan su estilo de vida. En eso, qué duda cabe, la cinta sigue de rigurosa actualidad.
Sergio Berbel
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