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Voto de Sergio Berbel:
9
Drama. Romance Amy, Jo, Beth y Meg son cuatro hermanas en plena adolescencia, que viven con su madre en una Norteamérica que sufre lejanamente su Guerra Civil. Con sus variadas vocaciones artísticas y anhelos juveniles, descubrirán el amor y la importancia de los lazos familiares.
26 de enero de 2021
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A veces hay que ir al cine a soñar con los ojos abiertos. Hay que dejarse llevar por el sentimentalismo (en el mejor sentido del término) y permitirte evocar un mundo donde el ser humano es capaz de desarrollar varios tipos de bondad, empatía y solidaridad, donde el ser humano respira por un momento y deja de ser un lobo para el hombre, donde los afectos ganan y las mujeres cobran todo el protagonismo.

Me da exactamente igual que proceda de un texto literario con cierta tendencia a ser ñoño, o que tantas versiones previas no me invitaran a acercarme a ella, lo que Greta Gerwig ha conseguido en esta película gracias a su ingenio personal, su saber hacer (ojo a la ausencia de luz artificial durante todo el metraje y a los lentos y elegantes movimientos de cámara) y a la interpretación para la historia del cine de Saoirse Ronan, el FUTURO del cine que ya es una realidad, a quien adoro y amo hasta extremos insospechados, ha sido revitalizar la obra y hacerla imperecedera para las actuales generaciones y muchísimas más que vengan después.

Las creadores de “Lady Bird” han vuelto a hacerlo, ambas, el tándem directora-actriz ha vuelto a brillar con luz propia para dejar una película que deja un sello indeleble en el alma del espectador que se deja llevar por su dulce propuesta.

Rodada con luz natural para respetar el espíritu de la época, con la misma genialidad en el resultado que mostrara Sofía Coppola en “La seducción” o Stanley Kubrick en “Barry Lyndon”, Greta Gerwig despliega un preciosismo estético acorde a la historia que nos narra, en perfecta conjunción absoluta, en genialidad manifiesta y expresa. Llos lentos y elegantes movimientos de cámara no han parado de evocarme durante todo el metraje al dios Paul Thomas Anderson. Incluso un amago de plano secuencia final quiero creer que es un homenaje de Gerwig a Anderson, como el dios del cine moderno que es. Mientras que ciertas escenas de bailes en mansiones elegantes traían el mejor sello del maestro Scorsese en "La edad de la inocencia".

"Mujercitas" es una historia mil veces contada y conocida que cobra vida nueva gracias a un montaje que es un alarde de atrevimiento narrativo, no desarrollando la historia de forma lineal cronológicamente sino temáticamente, paseándonos constantemente del pasado al presente para lograr hacer entender al espectador la dimensión de las cosas que suceden en la pantalla ante sus ojos con más importancia otorgada a los personajes que a la hilación temporal.

Una película que va descaradamente de menos a más, que le cuesta arrancar para superar el tono un tanto infantiloide del inicio para ir haciéndose dura progresivamente conforme la tragedia va ocupando el lugar que la vida siempre le tiene reservado. Una cinta de una madurez autoral impropia de la corta trayectoria como directora de la Gerwig.

Y si bien, afortunadamente, la película gravita en torno al rebelde personaje de Jo y la interpretación estratosférica de Saoirse Ronan, para la que exijo el Oscar a la Mejor Actriz desde ya y que, junto con Elle Fanning, son el futuro ya presente del cine, hay una relación que sabe trenzar maravillosamente la película en torno al personaje de la siempre enferma Beth y su vecino mayor que te lleva al borde de las lágrimas en varias ocasiones por necesidad y por alarde de una medida sensibilidad absolutamente maravillosa.

Saoirse Ronan es dueña y señora de la función y del cine actual, pero está perfectamente respaldada por una Eliza Scanlen "(Heridas abiertas") de matrícula de honor, una solvente Emma Watson y una fantástica Florence Pugh (“Lady Macbeth”, ni más ni menos). El resto del prestigioso elenco interpretativo, con sus luces y sombras (no acabo de encajar a Laura Dern como la bondadosa madre), son lo de menos porque ellas cuatro deben y logran brillar por encima de todo y Saoirse Ronan más allá del planeta Tierra, porque es diosa.

La BSO de Alexander Desplat es igualmente exquisita y acompasa el desarrollo narrativo de la cinta de una forma espléndida en una reivindicación de la feminidad y de lo femenino absolutamente brillante a través de una historia clásica, lo cual tiene aún mayor mérito si cabe.

Porque, no nos engañemos, “Mujercitas” y “Lady Bird”, las dos películas de Greta Gerwig, se parecen muchísimo porque, en el fondo, nos cuentan la misma historia: una adolescente que irradia luminosidad que está por encima de todo y de todos y que acaba arrebatándote el corazón lo quieras o no.
Sergio Berbel
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