Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Sergio Berbel:
9
Comedia. Drama En Carthage, un pueblo de Texas, Bernie Tiede (Jack Black), un enterrador muy querido por toda la gente del pueblo, entabla amistad con una rica y malvada viuda (Shirley McLaine). (FILMAFFINITY)
29 de septiembre de 2020
Sé el primero en valorar esta crítica
El siempre inquieto, experimental y genial Richard Linklater, tras rodar una película que es la vida misma llamada “Boyhood”, logró estrenar con retraso otro híbrido apasionante, consistente en este caso en la mezcla entre documental y ficción, más bien documental ficcionado, con cierto aire expreso a los mejores Coen, sobre un personaje tan sorprendente, como apasionante y deslumbrante, llamado “Bernie”.

Lo más llamativo de la película es la forma en la que cose perfectamente Linklater aportaciones a cámara reales de las gentes de tan pintoresco pueblo tejano con la historia que desarrollan sus actores y actrices y conseguir que todo encaje perfectamente creando un todo unitario en un sorprendente y maravilloso tono de comedia negra que, entre risas y sonrisas, desliza una crítica sociopolítica de la América profunda apabullante y despiadada.

“Bernie” es la historia de un hombre de 39 años, un genio de la tanatopraxia, que es contratado por la funeraria de un pequeño y ultraconservador pueblo de la Texas más profunda, donde Donald Trump podría pasar por un peligroso rojo. Él tiene mano con todo el mundo y se acaba convirtiendo en el personaje más querido del pueblo, sobre todo entre los feligreses de la iglesia y muy especialmente entre las viudas, su auténtica especialidad.

Cuando la mujer más rica y a la par más desagradable y maleducada del pueblo enviuda, Bernie se hace su mejor amigo a velocidad punta. Y, a partir de ahí, comenzará una comedia trágica que nos llevará hasta un final judicial.

Es en esta última parte en la que Richard Linklater da rienda suelta a su ácida crítica social contra la hipocresía, los dobles raseros, la moral a conveniencia y el fracaso absoluto del sistema judicial en general y el norteamericano en particular. Y lo más meritorio y gozoso es que lo consigue entre risa y risa, porque la película, a pesar de las cosas tan lamentables que cuenta y de tener un pie en el documental, no deja de ser divertidísima. Pura comedia negra pareciere salida de las mentes de los hermanos Coen.

Se beneficia además la cinta de las interpretaciones fantásticas de sus protagonistas: desde un Jack Black contenido por primera vez en su vida, pasando por una fantástica Shirley MacLaine y llegando al gran personaje cómico de la película, un maravilloso Matthew McConaughey como fiscal facha cuyos diálogos corresponden a los mejores momentos de la película.
Sergio Berbel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow