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Voto de Sergio Berbel:
5
Drama Nahid es una joven divorciada que vive sola con su hijo de diez años en una ciudad del norte de Irán junto al Mar Caspio. Conforme a las normas que rigen la sociedad iraní, la custodia de un hijo le corresponde al padre, aunque en este caso su exmarido se la ha cedido a condición de que no se vuelva a casar. La relación entre Nahid y otro hombre que la ama apasionadamente y desea casarse con ella complicará su situación como mujer y como madre. (FILMAFFINITY) [+]
5 de junio de 2023
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La sombra de Asghar Farhadi es muy alargada en el cine iraní y, sin duda, ha marcado un camino de forma indeleble para tan interesante cinematografía utilizando la excusa del cine de género para mostrar dramas con un fuerte compromiso social. Es el caso de “Nahid” de la cineasta iraní Ida Panahandeh, la cual utiliza la archifamosa “Nader y Simin, una separación” de Asghar Farhadi como punto de partida para contarnos una historia que tiene puntos en común con ésta.

Nahid, que da título al film, es una mujer divorciada y, como suele ser habitual en estos casos en Irán, la custodia del hijo común menor de edad corresponde al padre. Pero en este convenio regulador se estableció la imposibilidad de volver a contraer matrimonio como opción para que Nahid pudiera mantener la guarda y custodia de su hijo. Su ex marido, que sigue siendo lo que fue, un drogadicto que debe dinero a todo el mundo, no olvida esa cláusula nunca. El problema radica en la situación económica de Nahid, que tiene que ir haciendo frente a los pagos más elementales engañando a unos y otros, motivo por el que no quiere dejar de aprovechar la oportunidad de contraer matrimonio temporal (es una posibilidad legal factible en Irán) con un hombre de posición económica desahogada, aún a sabiendas de que puede estar en juego la custodia de su hijo como ello llegue a oídos del padre del menor.

Estamos ante una cinta sencilla, nada del otro mundo, pero que se sostiene por dos elementos llamativos:

1. La interpretación de Sareh Bayat como Nahid, realmente brillante, capaz de hacer empatizar con su desgracia al espectador o de exasperarlo con sus tejemanejes para hacer dinero.

2. La brillante dirección de fotografía de Morteza Gheidi, apabullante en sus sempiternos paisajes siempre lluviosos y fríos, mostrando esa otra cara desconocida del norte de Irán, a la orilla del Mar Caspio, siempre desapacible, que tanto y tan bien convienen a la trama que se narra.

Pena que el guión, firmado por la propia Ida Panahandeh y Arsalan Amiri (su esposo), no esté a la altura de los dos elementos anteriormente destacados, haciendo caer a la narración a veces en pozos innecesarios que alejan al espectador de lo realmente importante.
Sergio Berbel
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