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Voto de Sergio Berbel:
5
Drama Una joven es obligada por su familia a asistir a un centro de terapia para reorientar la sexualidad de jóvenes homosexuales. (FILMAFFINITY)
2 de noviembre de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El tema del que parte resulta oportuno en estos tiempos de involución social evidente y aún más necesario. Tratar la forma en la que los adultos entran avasallando la intimidad y las tendencias sexuales de los adolescentes están bien reflejada y de forma certera. Y, algo muchísimo más grave que lo anterior, el fundamentalismo religioso como piedra angular de la homofobia y del tratamiento de una chica lesbiana como si de una enferma se tratase en una institución educativa, resulta en estos tiempos que vuelven a correr imprescindible.

Loables intenciones para resultados que no pasan del telefilm más común. Recogiendo en 2018 la estética propia del cine indie norteamericano de los 90 (cuando de verdad era indie), nos introduce en la América profunda rural para contarlos la desventura de una adolescente que es sorprendida por su novio manteniendo relaciones sexuales con una amiga y de cómo el novio se lo traslado a su tutora para que ésta la ingrese en una institución ultraconservadora y ultra religiosa donde tratan de curarle su “enfermedad lésbica”.

Planteado así, daba para un drama social de los que calan, pero su directora, Desiree Akhavan, desperdicia tal oportunidad al quedarse en una tibia y demasiado sutil comedia dramática donde todo parece no tener demasiadas consecuencias para sus protagonistas y donde habita un buen rollo imposible entre quienes conviven en aquel auténtico campo de concentración. Que ganase en el Festival de Sundance y obtuviera la Espiga de Plata en Valladolid es un misterio insondable al que no le puedo encontrar explicación por más que lo pondere.

Basada en una novela de Emily M. Danforth, la cinta no acaba de despegar nunca y mucho menos coge altura de crucero dramática, por lo que acaba resultando un descafeinado quiero y no puedo que sobrevive con más pena que gloria gracias a la maravillosa interpretación de Chloë Grace Moretz, una joven actriz que es mucho más que una promesa y que hemos visto crecer en la pantalla grande a través de papeles muy bien elegidos y mejor interpretados.

Más allá de ella, todo es un conjunto de conocidas y sabidas situaciones propias del cine indie que no sorprenden a nadie y que arrancan bostezos apenas te descuidas. Si uno quiere saber las verdaderas consecuencias de un amor adolescente lésbico, siempre habrá que seguir acudiendo a “La vida de Adèle” de Abdellatif Kechiche, una de las grandes películas de nuestro siglo y el punto y final definitivo sobre el tema.
Sergio Berbel
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