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España España · Abroad (de momento)
Voto de Shinboneniná:
3
Thriller. Acción Quedan pocas horas para que el año toque a su fin y la vieja comisaría del distrito 13 de Detroit está a punto de cerrar. Muchas carreteras están cortadas debido a la fuerte nevada, y sólo queda un puñado de policías encabezado por el sargento Jake Roenick (Ethan Hawke). Esa misma mañana el mafioso Marion Bishop (Laurence Fishburne) es arrestado por la Unidad contra el Crimen Organizado encabezada por Marcus Duvall (Gabriel Byrne). ... [+]
15 de abril de 2008
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que ni siquiera a los que desconocían la original de Carpenter les habrá gustado esta operación de marketing. No basta con hacer algunos cambios (casi siempre para mal) a la obra primigenia para imprimir un marchamo de originalidad a una versión. No es suficiente con sustituir los suburbios de Los Ángeles por los de Detroit (¿o es el parque de Yellowstone?), el caluroso verano angelino por el nivoso fin de año de Michigan, los años setenta por los dos mil, los pandilleros en busca de “cholo” por polis corruptos, o intercambiar la raza y los nombres de los antiguos protagonistas. Ni a una humilde telefonista por una maciza psicóloga cuyo único objeto es lucir palmito y otorgar mayor profundidad psicológica (¿?) al héroe del asunto. Ah, y lo más importante, no basta con reemplazar el oficio y la eficacia por el dinero y la tecnología.
Resultado: un block buster para espectadores poco exigentes. El SWAT, corrupciones al margen, está tan en horas bajas como la inspiración del departamento de dirección y guión de este luctuoso remake. El reparto tampoco ha debido de echar una ojeada al original: Ethan Hawke luce el mismo gesto toda la película; Laurence Fishburne parece no tener muy claro si sigue en un mundo virtual y Gabriel Byrne no levanta cabeza desde “Muerte entre las flores”, que ya ha llovido. Dennehey no está para muchos trotes y las chicas no pasarán a la historia del cine por su recreación de mujer-florero de buen ver.
En fin, una sucesión de tópicos de lo más previsible, rap final incluido. Comprendería perfectamente que Carpenter usara rollos de papel higiénico con la efigie del tal Richet. Aunque tal vez debería estar besándole el culo, porque su película, que no pasa de ser una obra interesante, parece una obra maestra absoluta al lado de esta penosa puesta al día. Au Renoir, Jean François.
Shinboneniná
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