No entiendo la introducción. Créditos. El montaje paralelo de los primeros momentos, alternado con planos de tipos de rostro caricaturesco y cariacontecido tampoco me dice nada. Sale una paisana tomando el sol, potorro al viento. Pero… me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro.

Imagino que, al no contar en mi currículo con un máster en Cábala y Torá, se me escapan montones de referencias ácidamente agudas a la cultura judía. Otra posibilidad es que no existan. Aguanto las películas malas, patéticas, irritantes, ininteligibles, presuntuosas, incoherentes, tendenciosas, desagradables… pero no puedo superar el aburrimiento más absoluto durante 100 preciosos minutos de vida. Bendito tornado.

¿Alguien podría certificar que estos tipos son los mismos que hicieron ‘Fargo’, ‘El gran Lebowski’, ‘Muerte entre las flores’ o ‘Barton Fink’? Pensé que después de ‘Quemar después de leer’ no podrían caer más bajo, pero por desgracia, cosas veredes.

Brothers, estáis a punto de entrar en mi lista negra de ex-genios endiosados a los que no aguanta ni su p… madre.