Haz click aquí para copiar la URL
Polonia Polonia · Terrassa
Voto de Taylor:
9
Drama Cuando Zampanó, un artista ambulante, enviuda, compra a Gelsomina, la hermana de su mujer, sin que la madre de la chica oponga la menor resistencia. Pese al carácter violento y agresivo de Zampanó, la muchacha se siente atraída por el estilo de vida nómada, siempre en la calle (la "strada", en italiano), sobre todo cuando su dueño la incluye en el espectáculo. Aunque varios de los pintorescos personajes que va conociendo en su deambular ... [+]
30 de abril de 2009
51 de 75 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de mis mayores obsesiones cinéfilas (y, por ende, filmaffiniteras) es el ‘criterio 10’. Un criterio según el cual los usuarios de FA concedemos a algunas de nuestras pelis favoritas la máxima condecoración fílmica: las diez estrellas FA. Algo así como las tres estrellas Michelin del mundo de la gastronomía. Pues bien, a “La Strada” de Fellini –según mi criterio- le ha faltado poco, muy poquito, pero no las ha obtenido aún. Finalmente se ha quedado con esas nueve estrellas que la sitúan a un pasito de la gloria. Pero llegará. Vaya si llegará.

De momento, sin embargo, mantendré a “La Strada” en mi particular limbo cinéfilo. Un lugar en el que pelis como “Ladrón de bicicletas”, “Los olvidados” o “Dersu Uzala” aguardan estoicamente ese puntito extra que les niega quien esto suscribe. Y se lo niego porque les debo un nuevo visionado. Porque deseo volver a disfrutar con ellas. Porque presiento que algo se me escapa. Algo sutil, imponderable, sublime... Algo que las hace acreedoras de esas diez estrellas ignominiosamente escamoteadas por una sensibilidad y un background de discreto pelaje. El mío.

Aún así, permitidme analizar la peli de Fellini bajo el prisma de algunos colegas (curiosamente diez) cuyo ‘criterio 10’ es mucho más ilustrado y consistente que el mío. Para empezar diré que constato en “La Strada” ‘un alto dominio del lenguaje cinematográfico’ (Lupo). Una perfecta simbiosis entre forma y fondo, entre estética y narración, que constituye –a mi entender- la piedra angular sobre la que debe edificarse cualquier obra maestra. Superado con éxito ese primer requisito esencial, corroboro que la peli de Fellini cuenta con dos personajes muy bien definidos: Zampano (Anthony Quinn) y Gelsomina (Giulietta Massina). Dos personajes que te hacen ‘partícipe de algo’ (Txarly), que te ‘tocan la fibra’ (Servadac) y que instintivamente incorporamos a esa base de datos cinéfila en la que se encuentran Rick Blaine, Vito Corleone, Norman Bates o Scarlett O’Hara.

Ostentando semejantes credenciales tan sólo me quedaría certificar si su potencial emotivo es capaz de ‘calar hondo’ (GVD) o de suscitar en el espectador ‘sentimientos profundos’ (Kick’Em Ars). Una facultad sólo al alcance de las grandes pelis. Entre ellas, las de diez estrellas. Pues bien, quien no consiga emocionarse con la cándida Gelsomina o con el rudo Zampano que deje de ver cine y se dedique a otra cosa.

(sigue en spoiler por problemas de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Taylor
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow