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Voto de OsitoF:
2
5,4
3.997
Intriga. Thriller
C.J. Nichols (Jesse Metcalfe), un joven y ambicioso periodista, está dispuesto a todo con tal de demostrar que el fiscal de distrito (Michael Douglas), que aspira a ser elegido gobernador, condena a los acusados basándose en pruebas forenses completamente falsas. Con la colaboración de un colega (Joel Moore), Nichols decide tenderle una trampa que consiste en involucrarse en un asesinato haciendo que todas las pruebas circunstanciales ... [+]
29 de diciembre de 2009
24 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los buenos truños están donde menos te lo esperas. Hay películas en las que depositas la esperanza de pasar una buena noche familiar y terminan sacándote los colores y haciendo que todos tus parientes te señalen como el resultado de haberles hecho perder hora y media. Sobre el papel, “Más allá de la duda” tenía toda la pinta de una clásica película de intriga, juicios, abogados y policías con el aval de un enorme primer plano de Michael Douglas protagonizando la carátula y de un director, Peter Hyams, en mi opinión infravalorado.
Pues no. Lo primero que llama la atención es lo poco que sale Michael Douglas en proporción con lo grande que aparece su nombre en los créditos y su cara en la carátula. Lo segundo, lo que intensifica el olor a chamusquina, es que el auténtico protagonista es de lo peorcito que he visto en mucho tiempo y calificarlo de ‘plano’ o ‘inexpresivo’ es intentar acotar con palabras lo indescriptible. Sus cara de alegría, de sorpresa, de decepción, de enfado, de angustia, de chulería, de antes de un polvo, de después de un polvo… no es que sean exactamente iguales, ¡es que son la misma!
El resto de personajes son puros estereotipos (el típico amigo simpático, la típica chica intrépida, el típico poli bueno, el típico poli malo, el típico redactor jefe….) dentro de una trama que intenta tener intriga y suspense, pero en la que casi todo lo que va a pasar se adivina veinte minutos antes de que suceda. Digo ‘casi todo’, porque bajo ninguna circunstancia podría haber imaginado la infantil forma de resolver el supuesto misterio que envuelve la trama… en el tiempo record de ¡dos minutos!... supongo que serán los dos minutos en los que los putos amos del crimen, tras hora y media chuleando a los buenos, se vuelven gilipollas y… en fin… sigo narrando mi indignación en el spoiler. Supongo que por remordimientos hay luego un rocambolesco intento de seguir rizando la historia en la única sorpresa auténtica de toda la película, pero a esas alturas cada minuto que pasa, por buena que sea la intención, es un minuto en que te acuerdas de los muertos del director, del reparto, del productor y del equipo técnico de la película.
Desarrollo cutre, escenas de suspense/acción sonrojantes, interpretaciones malas, dirección apática y resolución descojonante… no hace falta que siga ¿no? Pues eso. Nivel de truño: truño de clase bussiness. Oro parece, truño es. Jesse Metcalfe tiene, a día de hoy, la misma categoría interpretativa que Dani Martín… aunque por lo menos éste no canta.
P.D. Me pongo a pensar y hace tiempo que no le veo una película decente a Michael Douglas (y no creo que “Los fantasmas de mis exnovias” vaya a hacerme cambiar de opinión). Mal asunto, sobre todo si el futuro está en manos de actores como los de esta peli.
Pues no. Lo primero que llama la atención es lo poco que sale Michael Douglas en proporción con lo grande que aparece su nombre en los créditos y su cara en la carátula. Lo segundo, lo que intensifica el olor a chamusquina, es que el auténtico protagonista es de lo peorcito que he visto en mucho tiempo y calificarlo de ‘plano’ o ‘inexpresivo’ es intentar acotar con palabras lo indescriptible. Sus cara de alegría, de sorpresa, de decepción, de enfado, de angustia, de chulería, de antes de un polvo, de después de un polvo… no es que sean exactamente iguales, ¡es que son la misma!
El resto de personajes son puros estereotipos (el típico amigo simpático, la típica chica intrépida, el típico poli bueno, el típico poli malo, el típico redactor jefe….) dentro de una trama que intenta tener intriga y suspense, pero en la que casi todo lo que va a pasar se adivina veinte minutos antes de que suceda. Digo ‘casi todo’, porque bajo ninguna circunstancia podría haber imaginado la infantil forma de resolver el supuesto misterio que envuelve la trama… en el tiempo record de ¡dos minutos!... supongo que serán los dos minutos en los que los putos amos del crimen, tras hora y media chuleando a los buenos, se vuelven gilipollas y… en fin… sigo narrando mi indignación en el spoiler. Supongo que por remordimientos hay luego un rocambolesco intento de seguir rizando la historia en la única sorpresa auténtica de toda la película, pero a esas alturas cada minuto que pasa, por buena que sea la intención, es un minuto en que te acuerdas de los muertos del director, del reparto, del productor y del equipo técnico de la película.
Desarrollo cutre, escenas de suspense/acción sonrojantes, interpretaciones malas, dirección apática y resolución descojonante… no hace falta que siga ¿no? Pues eso. Nivel de truño: truño de clase bussiness. Oro parece, truño es. Jesse Metcalfe tiene, a día de hoy, la misma categoría interpretativa que Dani Martín… aunque por lo menos éste no canta.
P.D. Me pongo a pensar y hace tiempo que no le veo una película decente a Michael Douglas (y no creo que “Los fantasmas de mis exnovias” vaya a hacerme cambiar de opinión). Mal asunto, sobre todo si el futuro está en manos de actores como los de esta peli.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Michael Douglas es un fiscal con pretensiones de gobernador. Para no perder casos, se dedica a meter pruebas falsas con la ayuda de un poli corrupto. Los buenos intentan desenmascararlo, pero el poli malo es más listo que el hambre y se anticipa a todos sus movimientos (se supone que por medio de una güija, de un médium o de cualquier medio que el guión no se digna mostrar al espectador). Tras hora y media, cuando ya todo está perdido, aparece un poli bueno POR CASUALIDAD en mitad de una persecución ridícula y mata SIN AVISAR, SIN PREGUNTAR, PORQUE SÍ al poli malo. Luego en 35 segundos EXACTOS, detienen, procesan y condenan a Michael Douglas.