La soledad de las esposas de los soldados que tienen que ir al frente, los traumas infantiles de los hijos que pasan un cumpleaños sin su padre de guerra, ¿tenemos claro contra quienes peleamos en Afganistán?, lo difícil que es para un padre militar separar su trabajo de su familia y como repercute en sus niños, lo difícil que para un exconvicto es integrarse de nuevo en la sociedad… aunque ya habíamos visto películas que tratasen los temas anteriores, “Brothers” se atreve con todo a la vez y el batiburrillo resultante no le sale mal del todo.

Por supuesto, con tal variedad de temas a tratar (y eso que sólo he mencionado unos cuantos) “Brothers” solo puede tratarlos todos de manera superficial, dejando muchos cabos sueltos, un final inconcluso y una absoluta sensación de precipitación … pero con tanto foco sobre el que poner la atención, el espectador siempre encuentra algo de su interés: si las niñas le cansan, puede centrarse en lo mal que se pasa prisionero de Al-Qaeda; si las escenas de acción le parecen sosas, puede que los matices de las relaciones padre-hijos despierten su curiosidad; si la soledad tras la pérdida le provoca agobios, seguro que aprenderá cosas curiosas sobre el estrés postraumático; y para espectadores exigentes que no se hayan contentado con nada de lo anterior, siempre está Natalie Portman para deslumbrar como siempre en medio de una aparentemente película normalita.

Bueno, digo normalita, hasta donde una película de Jim Sheridan se puede considerar normalita. El director de “En el nombre del padre” y “The boxer” se ha ganado el crédito suficiente para que veamos sus películas con interés y atención y con “Brothers” sorprende por la cantidad de cosas que cuenta, lo relativamente bien que lo hace y la cantidad de caras conocidas que ha sido capaz de juntar para una película que creo que ha pasado bastante desapercibida, sin dar mucho que hablar. De este modo Natalie Portman, Tobey McGuire, Jake nhal, Sam Shepard… pasean su desigual talento por una obra más a la altura de unos que de otros (que cada cual ubique a cada uno donde considere).

Un buen trabajo del siempre seguro Sheridan aunque le falta, creo, concretar. Al contrario que en otras de sus obras en las que el mensaje (con el que se podía estar o no de acuerdo) quedaba claro, aquí terminamos con la sensación de que se han dejado cabos sueltos y de que la película no ha terminado de llegar a ninguna parte conocida. Pero en todo caso se trata de una interesante película que deja un regusto sano.