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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
8
Ciencia ficción. Acción En un futuro no muy lejano el boxeo es robótico: en los combates ya no se enfrentan seres humanos, sino robots humanoides, sofisticadas máquinas diseñadas para luchar. Charlie Kenton, un antiguo púgil que casi llegó a alcanzar la gloria, está pasando una mala racha como promotor de combates. Un día, encuentra un viejo robot desechado y, al comprobar que es un gran boxeador, decide entrenarlo. (FILMAFFINITY)
26 de julio de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando parecía todo inventado en lo que se refiere a películas de acción juvelines, “Shawn Levy” exprime el género y le da una vuelta de tuerca para hacer una película realmente destacable. La mejor de las pruebas es que tiene una nota de casi 6 en FA y todas las críticas profesionales de USA y España la ponen verde, señal de que debe tratarse de una película realmente entretenida.

Probablemente, el gran secreto de “Acero puro” sean los ingredientes. El guión no es novedoso, pero tiene todo lo que debe ser una buena base sobre lo que cimentar la película: un chico introvertido, perdedores con ganas de redimirse, un toque romántico, robots gigantes, villanos odiosos, decisiones valientes, peleas, muchas peleas y giros que, si bien son los esperables, están suficientemente escondidos como para no verlos venir y que te plantes en el último cuarto de hora con todo por decidir. La elección de casting también es otro acierto y el mérito no está tanto en la elección de valores seguros como Jackman y Lilly, como en la elección del chico protagonista que es el gran riesgo de este género, donde no tienes nada que ganar pero sí mucho que perder – una interpretación competente o buena va a pasar desapercibida entre tanta acción pero una interpretación mala se puede cargar la película. Las relaciones que se establecen en el triángulo que forman el mentor, el padawan y la chica funciona mejor que en otras películas ‘más serias’. De hecho, el triángulo que se convierte en cuadrado si consideramos – yo creo que sí-, que el propio robot tiene personalidad suficiente como para hacer sentir emociones al espectador, como una típica mascota adorable a la que no puedes dejar de mirar en la pantalla y a la que nos soportas que le pase nada.

Y todo envuelto con el espectáculo que supone un futuro mundo de peleas de robots gigantescos bien diseñados, unas peleas muy bien digitalizadas, con unos desarrollos creíbles y muy bien ambientadas en un marco estético oscuro, extensible al resto de la película, que nos sumerge en una sensación de intranquilidad habitual en las películas ambientadas en el futuro.

Sinceramente, por más vueltas que le doy, no se le pueden reprochar más que tonterías de poco calibre. Ejemplo perfecto de cine familiar que gustará a todas las edades y que se puede ver en cualquier momento.
OsitoF
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