... porque después de ver "Acto de Valor" sentiréis unas irrefrenables ganas de echar una partida. Es improbable que, cinematográficamente hablando, “Acto de valor” se merezca un 8 pero, qué coño, se lo pongo porque a) me ha hecho disfrutar como un pitufo; b) ofrece acción realista y c) compensar todas las valoraciones negativas de la mucha gente que, sin más, no soporta el hecho de que unos boinas verdes americanos salven el mundo a tiros.

Sin actores o un director conocidos, “Acto de valor” solo ofrece acción a raudales… pero acción de la buena, mostrando el repertorio armamentístico del arsenal americano (helicópteros, lanchas, submarinos, fusiles, subfusiles, portaeronaves, rifles de precisón) en escenas perfectamente justificadas y cuidadosamente coreografiadas: no vamos a encontrar bombarderos superpesados B-52 atacando en picado, misiles tierra-tierra derribando aviones ni SEALs disparando a la carrera sin apuntar y matando a siete malvados con dos balas mágicas. Es parecido a una campaña del “Call of Duty”: una secuencia de introducción, una pequeña misión que se complica, una pista que lleva a otra pista, una misión más complicada, el enemigo en la sombra se hace visible y una misión final que exigirá toda clase de sacrificios. La verdad es que terminas de ver la película y sientes unas ganas enormes de terminar el Call of Duty: Modern Warfare 2 y reinstalar el el Call of Duty: Modern Warfare para volver a pasarlo desde cero.

Las interpretaciones son muy limitadas y subordinadas a la acción, pero da lo mismo. La dirección es firme, seria y acorde a lo que se quiere narrar, poniendo en plano lo más significativo y espectacular de cada momento (de entre los miles de detalles que tienen lugar simultáneamente). Si alguien se decide a producir “Black Hawk derribado 2”, que elija a este director. Te puede gustar o no gustar este tipo de películas, pero no es un panfleto imperialista ni un cartel de reclutamiento. Es cine como otro cualquiera. Y a mí me ha encantado.