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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
5
Terror La parapsicóloga Elise Rainier afronta su caso sobrenatural más terrorífico: en su propia casa. Cuarta entrega de la saga 'Insidious'. (FILMAFFINITY)
9 de abril de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los talleres de empatía, asertividad y conceptos de ese estilo, hablan de un llamado ‘ciclo de competencia’ para explicar el grado de eficacia con el que hacemos las cosas. Empezaríamos en un estado de ‘incompetencia consciente’ en el que somos unos lerdos incapaces, pero lo reconocemos. Así, con la formación y el esfuerzo adecuado podemos salir de ese estado para pasar al siguiente nivel de ‘competencia consciente’ en el que el conocimiento adquirido nos permite hacer las cosas bien, empleando para ello un cierto esfuerzo mental para aplicar los conocimientos adquiridos para el desarrollo de la tarea. Con el tiempo y la repetición, nos metemos sin darnos cuenta en el estado de ‘competencia inconsciente’ en el que el trabajo que antes se nos antojaba tan difícil, ahora nos sale solo y hacemos las cosas bien por inercia, sin percatarnos de lo buenos que somos. Pero ese estado puede no ser eterno y, si no tenemos cuidado en estar al día de las cosas, puede que la autocomplacencia y el exceso de confianza nos haga cometer errores o que nos quedemos desactualizados y acabemos sin querer en un estado de ‘incompetencia inconsciente’ donde pensamos que hacemos las cosas bien porque las hacemos como siempre, pero realmente la estamos liando. De ahí no queda otra que darnos cuenta, reconocer que nos hemos atocinado, regresar a la ‘incompentencia consciente’ y recomenzar el ciclo.

Suelto todo este rollo porque la saga “Insidiuos” y parientes han llegado al estado de competencia inconsciente en el que las películas pueden resultar más o menos tediosas, más o menos repetitivas, pero la competencia técnica está fuera de toda duda. Por pura inercia, en cuanto hay una idea nueva o una orden de rodar una nueva película porque se considera que la audiencia está lista para acoger un nuevo producto, la maquinaria se pone en marcha y un nuevo churr… una nueva película sale de la fábrica con los estándares de calidad esperados en la serie. Eso es lo que encontramos en “Insidiuos: la última llave”: continuidad. Misma estética, actores de la saga, mismos efectos especiales y misma tipología de sustos. La estás viendo y el concepto Insidiuos está permanentemente presente. Puede parecer una obviedad o algo que se debería dar por supuesto, pero no siempre es así, creo que todos tenemos en mente segundas partes, spins-off y precuelas que cuesta relacionar con la peli nodriza. Así que por ese lado, minipunto para ella.

También hay que reconocer cierta ambición para no limitarse a intentar ser UNA precuela, es decir, simplemente una película del Universo Insidious que tiene lugar antes de las películas canónicas, sino que aspira a ser LA precuela, es decir, la película que tiene sienta las bases sobre las que se construyó la saga. En ese sentido, el éxito es parcial. Por un lado, de manera absolutamente natural, “Insidious: La última llave” encaja como eso, como una llave en la serie y enlaza con la acción de la primera parte. Por otro lado, si bien ese ensamblaje – que representa unos pocos minutos del metraje total – es perfecto, el resto de la película es puramente genérico. Los hechos que se narran son perfectamente intercambiables por cualquier otra trama que se nos ocurra.

En cuanto a la película en sí, al margen de su familia, es muy normalita. El argumento es muy, muy simple, tremendamente lineal y recorre de manera rutinaria los lugares comunes del cine de terror, variedad “casa encantada”. Los sustos son, en mi opinión, pocos en cantidad y de intensidad media-baja, una especie de terror soft con los habituales fantasmas que salen de nada mientras el volumen sube a tope pero que no duran ni cinco segundos. Conmigo aciertan porque odio el terror de vísceras y esas escenas que te tienen en tensión diez minutos, pero creo que resultó un poco rebajada para el gran público. Sí me gustó que el mundo sobrenatural siga unas normas y reglas que hacen que los espectros sean combatibles – otra clase de terror que odio es el de esos fantasmas japoneses contra los que no hay nada que hacer: me parece si no se les puede combatir, la película es totalmente previsible-.

Película simple y ligera, que se puede ver sin miedo (chiste!). Encaja en la saga, pero no le aporta nada.
OsitoF
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