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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
7
Acción. Aventuras La falla de San Andrés acaba cediendo ante las temibles fuerzas telúricas y desencadena un terremoto de magnitud 9 en California. Ante tal catástrofe, el piloto de helicóptero de búsqueda y rescate Ray (Dwayne Johnson) y su ex esposa Emma (Carla Gugino) viajan juntos desde Los Ángeles hasta San Francisco para salvar a su única hija, Blake (Alexandra Daddario). Pero su tortuoso viaje hacia el norte solamente es el comienzo del ... [+]
6 de agosto de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una cosa es tener dotes interpretativas y otra tener un don para la actuación. Lo primero es cuando alguien tiene talento natural o capacidad adquirida para meterse en un papel, trabajarlo y convencer al espectador. Lo segundo es cuando una persona con el talento interpretativo de una berenjena te engancha cuando le ves en pantalla y te crees sus personajes independientemente de que le veas haciendo de científico nuclear, de jugador de rugby, de gladiador, de ejecutivo o de científico nuclear gladiador que juega profesionalmente al futbol. En otras palabras, alguien que justifica el precio de una entrada o el tiempo que dedicas a sus películas porque es capaz de sacar adelante papeles con acción o sin acción, con aventura o sin aventura, con efectos especiales o sin efectos especiales.

Dwayne “La Roca” Johnson es de esos personajes que encarnan hoy en día ese paradigma. Le puedes ver de Rey Escorpión, de Sheriff, de boina verde o de astronatuta sin que eso le encasille en papeles de repartir estopa y le afecte negativamente a la hora de hacer comedia o papeles serios. En “San Andrés” hace de piloto de rescate, padre de familia, amante ex-esposo con ganas de recuperar a su chica y coordinador del Centro de Emergencia de San Francisco con tal soltura y aplomo que te lo crees a pesar de lo disperso de los conceptos. Sin duda, la elección perfecta para una película de desastres naturales y destrucción masiva, que siempre corre el riesgo de echar para atrás a más de un espectador por lo malrollero de la historia o de aburrir a cierto tipo de público (por increíble que pueda parecer hay gente que se satura con los efectos especiales, qué le vamos a hacer).

“San Andrés” no está dirigida por Roland Emmerich, pero lo parece. Brad Peyton, acostumbrado a dirigir películas comerciales y a actores del perfil de Johnson, tiene el mismo concepto maximalista de lo que es una catástrofe - algo así como “coño, puestos a hacer una película de cataclismos, hagámosla bien y carguémonos todo” - y pone toda la carne en el asador en forma de colapso de la falla de San Andrés que se traduce en terremotos, más terremotos y más terremotos sobre la pobre ciudad cobaya de San Francisco. El resultado, si ignoramos que están muriendo millones de personas, es espectacular y para disfrutar con palomitas. Los efectos especiales están a la altura y es tremendo la capacidad que hay hoy en dia para reproducir tanta destrucción con tanta facilidad. Miles de casas, cientos de edificios y decenas de rascacielos viniéndose abajo en largos planos dignos del maestro Emmerich, al que homenajea reproduciendo alguna escena icónica de “2012”.

Probablemente, debía de haber una oferta en software de efectos visuales y si comprabas tres colapsos de edificios te regalaban un tsunami que más de un director y más de dos habrían tenido reparo en utilizar en la misma película (por aquello de no empachar). Pero tenemos suerte y Peyton es de los que cuanto más, mejor. Y yo que se lo agradezco. “San Andrés” no da un respiro. Es un no parar de muerte, destrucción y Dwayne Johnson. Dos horas de aventuras y adrenalina, para que la disfruten nuestros ojos y dejemos que nuestro cerebro se relaje - sí, no nos engañemos, “San Andres” es muy entretenida pero no es una película que requiera tirar mucho de memoria ni de intelecto-.

Diversión sin complejos para los que no se avergüenzan de pasar un rato sin pensar en nada.
OsitoF
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