Habrá quien diga que cinematográficamente es limitada, intelectualmente simple, interpretativamente plana, propagandísticamente belicista y argumentalmente típica. Pues vale. No voy a ser yo quien diga que no haya más o menos razones en cada una de esas afirmaciones y que puede que todas ellas sean ciertas… pero yo me inclino más a valorar esta película por lo que tiene de cine bélico que por lo que aporte a la reinvención del séptimo arte.

“Invasión a la Tierra” es una película para disfrutar con cómo cuenta las cosas, no en lo que cuenta. Sin filosofías sobre si estamos solos en el universo, la grandiosidad de la inmensidad de la galaxia, la soberbia de creernos la raza de Dios o de si nos merecemos que nos invadan, esta obra es una impresionante escenificación de lo que serían los dos primeros días de una invasión alienígena a la tierra por parte de una civilización extraterrestre ligeramente superior a la nuestra en materia técnica. De manera ágil y amena, “Invasión a la tierra” nos muestra una visión verosímil de cómo nos cogerían por sorpresa, de cómo aprenderíamos a luchar contra ellos, de como nos adaptaríamos a las dificultades, de como improvisaríamos nuevas tácticas… de cómo nos organizaríamos en células, pelearíamos como guerrillas, tomaríamos decisiones duras… y todo ello con un uso extremadamente convincente de los armamentos disponibles y de las reacciones de humanos y alienígenas.

Tan interesante e inteligente en planteamiento como la desastrada serie “Falling Skies” pero muchísimo más espectacular. Disparos, persecuciones, explosiones, alta tecnología y ni un momento de respiro que compensan de sobra la falta de una profundidad que ni busca ni necesita.

100% espectáculo, 100% diversión, 100% interés, 100% cine de guerra… un buen rato garantizado.