Existe la opinión generalizada de que Javier Cámara es un gran actor de comedia. Discrepo: es un tío con cierta gracia (como ciertos colegas que animan el cotarro con sus chascarrrillos) al que si se cubre con un guión que tenga un buen repertorio de chistes, como le pasaba en "7 vidas", la combinación puede hacer reir con ganas. Sin embargo, si haces una película dejándole a su aire para que haga lo que se le pase por la cabeza con la esperanza de que surga una comedia de la nada, ocurre como en la "Torre de Suso", que se pasa la peli haciendo el mismo chiste: la primera vez hace gracia relativa, la segunda provoca indiferencia y las sucesivas cansa bastante.

Por más vueltas que le doy, sigo sin saber si "La Torre de Suso" es una comedia con puntos trágicos, un drama familiar con humor negro, una peli de reflexión social con toques graciosos... No sé, a lo mejor es una película para pasar el rato con la excusa de contar una historia que tiene un poco de todo, pero como Javier Cámara y el resto del elenco (al que en su mayoría hemos visto en comedias) se pasan toda la película con coñitas, hay una impresión de que el intento de hacer una comedia predomina sobre el resto de géneros. Pero claro, si realmente es una comedia, no tiene mucha gracia y una comedia sin gracia es una comedia fallida... Por lo que casi es mejor quedarse con lo de película para pasar el rato.

Y es que no me gustaría suspender a una película española en la que, para variar, las interpretaciones son convincentes. La película no les exige mucho y no desentonan (ha llegado un punto en el que ya me conformo con eso), con la excepción de un muchachote sudamericano que dice tres frases (afortunadamente sólo son tres miserables frases) que no desmerecen a una actuación de fin de curso de 2º de parvulitos.

En fin, mucha amistad, mucha moralina, mucho almíbar, alguna sonrisilla... Bah, hay formas mucho peores de pasar hora y media.