Desconozco la razón exacta, pero es un hecho contrastable que todos los directores, en algún momento de su vida, sienten la irresistible necesidad de hacer una película erotico-pornográfica en la que, de manera más o menos justificada (por lo general menos que más) y más o menos explícita (por lo general más que menos), sacan en pantalla primerísimos planos de penes, vaginas y coitos. Le pasó a Stanley Kubrick, a Michael Winterbotton, a Bernardo Bertolucci y -en otro orden de cosas- a Julio Medem y Mariano Ozores.

Ahora, por lo que se ve, le toca a Ang Lee. Sí, Ang Lee: el director todoterreno al que le da igual ocho que ochenta y le da lo mismo Juana que su hermana. Un direcor que no tiene reparos en rodar dispares películas de sentimientos, de superhéroes de comic, de más sentimientos, de amores fuera de lo común, de cuentos chinos, de lo que sea con tal de que se lo paguen... y que ahora ofrece película en la que mezcla de todo un poco.

"Deseo. Peligro" está ambientada en diversas épocas de la China ocupada por Japón durante la Segunda Guerra Munfial, donde una atractiva muchacha china sin demasiados reparos a la hora de desvestirse se ve mezclada en acciones de resistencia contra los invasores. La acción salta traicioneramente de una etapa a otra sin avisar, por lo que teniendo en cuenta que no es fácil distinguir a un chino de otro (al menos para mí, no) y que sus nombres suenan igual (al menos para mí, sí), estar concentrado al cien por cien es imprescindible para no perderse. El mareante y no siempre necesario parloteo de muchos de los personajes tampoco contribuye a hacer más comprensible una interminable trama de dos horas y media en la que se narra hasta el último y más insignificante de los contradictorios (y por lo general, prescindibles) sentimientos de la protagonista y de algunos de los personajes que la rodean.

Si la película es larga, áspera y difícil de seguir, ¿hay alguna razón para aguantar hasta el final? Pues no sé... Personalmente diría que no. Supongo que habrá quien encuentre interesantes las polémicas escenas sexuales de las que hablaba al principio por aquello del morbillo de "Hummm... ¿pero lo estarán haciendo de verdad?".

Es difícil comentar nada más porque las escenas de cama eclipsan todo lo demás. Tampoco puedo comentar las interpretaciones (ni las de dentro de la cama ni las de fuera) porque no veo que nadie mueva ni un músculo facial, pero claro, a lo mejor es que por aquella parte del mundo son así. Yo recomiendo verla... Hasta donde el cuerpo y el sentido común aguanten.