Aventuras de cazavampiros juveniles sin tanta mandanga como “Crepúsculo” ni tanto mondongo como “Blade” con el aliciente de ver caras conocidas como Collin Farrell que seguramente esté cumpliendo alguna obligación contractual en lo que se refiere a un número de películas/año, y Toni Collete en un papel meramente de relleno.

A medio camino de la comedia, la aventura y el terror, la película se queda en un aburrido terreno de nadie en el que al menos no hay hombres lobo cachas y los vampiros, en contra de las últimas teorías cinematográficas, dejan de ser hermosas criaturas altruistas para volver a odiar los ajos, la luz del sol y el agua bendita. Simple y comercial, tiene el interés de estar ambientada en lo cotidiano, pero no engancha lo suficiente para dejar de hacer algo por verla hasta el final.

Pasable, pero le pongo un insuficiente por ser un remake.