Rebel Wilson es el último ejemplo de actores y actrices que han dado un cambio radical a su imagen tras hacerse un hueco y un nombre en la industria del cine gracias a un físico peculiar - rostro normal o no muy agraciado y evidente sobrepeso - que les hacía encajar en papeles de gorditos simpáticos y/o de pocas luces al lado de los cuales los protagonistas resaltaban en apostura e ingenio. Ahora se le puede ver junto a Jonah Hill o Melissa McCarthy posando en redes sociales muy lozana, la viva imagen de la salud, y protagonizando reportajes y entrevistas para contar sus experiencias. Como es normal, recibe comentarios de cariño y de odio a partes iguales, lo que es habitual en una internet llena de tarados ociosos con ganas de sentirse importantes educando a los demás que le afean el que haya dejado de ser ella misma para encajar en el canon y, de corazón, espero que esté disfrutando de este momento de gloria porque es más que probable que deje de recibir llamadas para interpretar unos papeles que ahora irán al siguiente gordito de moda. Esta despedida de soltera bien pudiera ser su despedida del mundillo.

“Despedida de soltera” es uno de sus papeles estándar: forma parte del reparto principal junto a Dunst, Kaplan y Fisher, pero en segundo plano, realzando tanto la belleza de las abejas reina como su ingenio al hacer chistes a su costa. ¿La excusa argumental? Una despedida de soltera, nunca un título dijo más con menos, modalidad comedia gamberra de humor grueso a costa de una Wilson cuyo papel se puede sintetizar en: «Mírame y ríete de mí porque soy gorda», «soy muy patosa porque estoy muy gorda» y «se me ha escapado un pedo». Sorprende ver a toda una Kirsten Dunst en este subproducto varios niveles por debajo de su caché, pero imagino que nadie está a salvo de una mala decisión.

No hay mucho cine en la película y, afortunadamente, tampoco lo pretende, por lo que se puede dejar el cerebro en modo standby y que se vaya activando cuando venga un gag y desactivando cuando acabe. Eso sí, no me pareció que tuviera momentos cómicos particularmente memorables y, de hecho, tampoco se me vienen a la cabeza muchos números eficaces, lo que no quiere decir que no los tenga, hay gente para todo. Con una gracia muy discutible, “Despedida de soltera” es una más de las trescientas películas que hay del estilo, incluyendo más de cuatro y más de cinco ambientadas en despedidas de solteros. Y de las más flojas.