No sé a qué fenómeno del marketing se le ocurrió la estúpida idea de traducir este remake de un thriller noruego, “Cold Pursuit” en inglés, como “Venganza bajo cero” para, sin ningún género de duda, tratar de coger el rebufo de la saga Venganza del bueno de Liam Neeson. Por un lado es una falta de respeto al espectador tratando de hacer pasar la película por algo que no es, una especie de chiste malo que, encima genera unas expectativas infundadas a la película. Pero es que además, por otro lado, es un grave error de estrategia al relacionar un producto relativamente novedoso y con ciertas posibilidades con una franquicia ya exprimida y agotada hace tiempo. Algo así como esposarse a un cadáver.

Asi que quede claro que “Venganza bajo cero” no es una continuación ni un reboot ni un remake de la trilogía Venganza… aunque por alguna razón, quizá porque Dios los cría y ellos se juntan, Neeson termina haciendo en gran medida el mismo papel de siempre: el de justiciero de mediana edad. La película trata de tocar varios palos: acción, thriller, drama, comedia y, como suele pasar en estos casos, termina en una confusa tierra de nadie sin convencer a nadie. Es simpática, sí. Tiene intriga, también. A veces conmueve, no se puede negar. Y tiene escenas de acción de cierto nivel, que no se nos olvide. Pero no se la puede tomar en serio. Ni en broma. En ciertos momentos es como un guion de Tarantino dirigido por un alumno poco aplicado de la escuela de Robert Rodriguez. Con extravagancias como dar un punto de protagonismo a todos y cada uno de los veinte personajes relevantes, insertar ciertos diálogos chispeantes que no vienen a cuento, olvidarse a mitad de personajes que parecían importantes o esa manía de llevar la frivolidad a escenas de acción que estaban quedando decentes. Pero vamos, que la película ya nace con un punto de excentricidad, eligiendo para la versión occidencial al mismo director (Hans Petter Moland) de la versión noruega.

A pesar de todo, la magnética presencia de Neeson logra captar la atención del espectador, al menos durante el tiempo que la trama le tiene en pantalla, y retenerle hasta ver cómo acaba la cosa. Bueno, si es capaz de resistir un montaje que hace avanzar la película a hachazos: presentación del personaje principal, ZAS, su familia, ZAS, escena random, ZAS, Neeson sufre, ZAS, Nesson se lo piensa, ZAS, Aparece el malo, ZAS, conversación random entre polis, ZAS, el malo tiene problemas con su ex, ZAS, Neeson, ZAS, unos sicarios, ZAS… No sé, vamos, lo que le funciona a Tarantino no le tiene por qué funcionar a todo el mundo. Ni me convenció ni me dejó de convencer. Entretiene a ratos, pero tengo la impresión de que los autores de esta “Venganza bajo cero” están seguros de haber hecho una obra mucho mejor y mucho más innovadora de lo que realmente es.