Interesante –y un poco coñazo- historia de los comienzos del SIDA en Estados Unidos con unas destacadas caracterizaciones – lo de interpretaciones es más discutible- de sus dos protagonistas masculinos (Matthew McConaughey y Jared Leto). Claramente “Dallas buyer’s club” está pensada más para ir a cazar premios que para hacer taquilla, con un montaje cuidadosamente deslavazado de los que gustan a la Academia, una fotografía sórdida que potencia el dramatismo del guion original y unos actores principales que se meten físicamente en el papel de sidosos famélicos . Por ese lado la película les sale redonda con tres premios y tres nominaciones que demuestran la actual querencia académica por valorar más los sacrificios físicos que los interpretativos y lo trágico que lo optimista. Malos tiempos para la lítica.

Interesante, insisto, y técnicamente correcta pero aguantar dos horas de penurias y enfermedades pone a prueba las facultades de un espectador medio. Aun reconociendo su valor divulgativo, no es una película que cuente algo agradable, que se esfuerce por facilitar su digestión ni que termine dejando buen cuerpo. Estoy convencido de que se podía contar lo mismo de otra manera menos tenebrosa e igual de realista.