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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
3
Thriller. Drama Verano de 1959. La familia Lodge se muda a Suburbicon, una comunidad residencial pacífica e idílica con viviendas asequibles y céspedes impecables... el lugar perfecto para criar una familia. Pero la aparente tranquilidad esconde una realidad perturbadora. El cabeza de familia de los Lodge, Gardner (Matt Damon) se sumergirá en el lado oscuro del pueblo, lleno de traición, engaños y violencia. Este es un cuento de gente imperfecta que toma muy malas decisiones. [+]
28 de abril de 2021
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puede que sean cosas mías, pero empiezo a ver cierta influencia de los clásicos griegos y los argumentos de los guiones de los hermanos Coen, especialmente en lo que se refiere a la predestinación y a lo inexorable del destino. Y es que, además de su particular revisión de la Odisea en “O Brother”, muchas de sus obras tienen ese eje central: el de héroes (o más bien generalmente antihéroes en su caso) marcados por los hados que intentan con todas sus fuerzas escapar a su sino (como Edipos u Orestes modernos) pero que terminan siempre siendo alcanzado por él. Como “Fargo” o “Ladykillers”, esta “Suburbicon” saca a relucir lo peor de la condición humana con delincuentes personajes que se ven obligados a cometer crímenes para tapar fechorías previas, en cadenas de acontecimientos que les llevan inevitablemente a rendir cuentas.Personalmente, dejando a un lado la factura técnica, este modelo nunca me ha gustado. Ni con Sófocles o Eurípides, ni con los Cohen. Al final todo termina siendo una sucesión de conveniencias y casualidades para cuadrar el desarrollo con el final al que se quiere llegar, encontrando la necesidad de recurrir del famoso «Deus ex machina» que hace dos mil y pico años tenía su gracia, pero hoy en día se antoja un recurso simple y trillado.

“Suburbicon” arranca bien, con una propuesta intrigante e interesante a pesar de la gelidez, una vez más, de la dirección de un George Clooney que película tras película se empeña en sembrar la duda de si el convencionalismo de sus puestas en escena obecede a la prudencia del principiante (cada vez menos novato) o a limitaciones de talento (no todo el mundo posee las mismas dotes a ambos lados de la cámara). En todo caso Damon y Moore parecen cómodos en un ambiente más teatral que cinematográfico y la película se deja ver con agrado, logrando establecer complicidad con su humor negro. Tan solo hay un elemento que parece fuera de lugar, el papel de una familia afroamericana que se da por hecho que entrará en juego más adelante.

La película da su gran giro, muy logrado, razonablemente imprevisible, allá por la mitad, cuando pone todas las cartas sobre la mesa y la evolución, siento decirlo, no es a mejor. Es como si empezara otra película, con otros personajes. Damon y Moore siguen muy bien, pero en su desarrollo empiezan las coincidencias y casualidades para alcanzar el final deseado. Deseado por Coen y por Clooney, claro, no por los amantes de narraciones fluidas sin giros convenientes, entre los que me incluyo, que sentimos cierta sensación de pérdida de tiempo viendo como da igual lo noblemente que alguien se comporte o lo maquiavélico que sea el plan que urda, si una mano exterior va a hacer que sufra o triunfe porque así está escrito de antemano o así tiene que terminar para satisfacer necesidades ajenas a lo artístico. Para redondear el pufo, el papel de la familia afroamericana se revela puramente como una excusa para lanzar un alegato antirracista de lo más elemental y poco trabajado.

No se puede pedir que todo lo que escriban los Coen sea “Muerte entre las flores”, pero “Suburbicon” no da la talla y no es sólo por la dirección de Clooney.
OsitoF
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