Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de OsitoF:
3
Drama. Romance "El Sabio", viejo y solterón columnista de un periódico provinciano se ha pasado la vida pagando los servicios sexuales de las mujeres. La víspera de su 90º cumpleaños, decide celebrarlo a lo grande: una noche de locura amorosa con una joven virgen. Así, entabla relación con “Delgadina”, una prostituta que logrará que el anciano experimente por primera vez el amor. (FILMAFFINITY)
19 de febrero de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hablar de esta película trasciende la parte artística o, por lo menos, yo no soy capaz de hablar de ella sin mencionar el elefante blanco de la habitación: ¿es una exaltación de la prostitución y justifica de alguna manera las relaciones sexuales con menores?. Por empezar por el final e ir directos al grano, diría que no a lo primero y que sí a lo segundo o, por lo menos, de alguna manera. No hay más que fijarse en la sinopsis de la ficha técnica para, sin ser un gran entendido en literatura, saber que la controversia viene calentita: ‘El Sabio’, viejo y solterón columnista de un periódico provinciano se ha pasado la vida pagando los servicios sexuales de las mujeres. La víspera de su 90º cumpleaños, decide celebrarlo a lo grande: una noche de locura amorosa con una joven virgen. Así, entabla relación con “Delgadina”, una prostituta que logrará que el anciano experimente por primera vez el amor.”.

No conozco gran cosa de la vida de García Márquez ni tampoco de su obra más allá de un corto libro que compró mi madre cuando éramos socios del Círculo de Lectores (que no sé si seguirá existiendo por cierto). Era sobre un naúfrago y no me causó la deslumbrante impresión que yo esperaba en cualquier cosa que saliera de la pluma de un ganador del Nóbel de Literatura, aunque sí me pareció que estaba escrito por alguien con unas capacidades narrativas y descriptivas muy superiores a las mías (obvio) y a la de muchos libros juveniles con los que en aquel entonces ocupaba mi tiempo. Así que, sin mucha base sobre la que opinar, voy a darle García Márquez el beneficio de la duda y a considerar que, alrededor de la sinopsis anterior, se puede escribir un libro en la que el personaje denominado ‘El Sabio’ (tampoco voy a dar por sentado que se trate de un trasunto del propio escritor colombiano-mexicano) no termine siendo un viejo verde depravado. Dejando a un lado las arcadas morales, puedo confiar en que el formato literario permite dar los giros oportunos y las convenientes explicaciones (requiera las páginas que requiera) para mantener la cosa en el terreno de las fantasías, de la exploración de la naturaleza humana o como herramienta para desarrollar reflexiones incómodas sobre la sexualidad, la edad o los sentimientos.

Pero no creo que el tema sea desarrollable en el metraje de una película normal (entre hora y media y dos horas) sin simplificaciones, sin generalizaciones y sin mostrar explícitamente comportamientos que en una novela son, seguramente, páginas de pensamientos. Al menos, esta adaptación de “Memoria de mis putas tristes no lo consigue y lo que vemos en pantalla es a un sugar-daddy queriendo darse un homenaje carnal por todo lo alto con una menor (quiere una chica virgen que, en el contexto social y temporal de la película, es lo mismo). El punto de provocación de una historia que alardea abiertamente de un señor que recurre a prostitutas se evapora con la natural controversia alrededor de la virgen. En lo de las meretrices tengo poco que decir, no quiero esa vida para nadie pero prohibirlo es condenar al submundo de la ilegalidad a gente que no tiene otro medio de ganarse la vida por no hablar de que, mientras alguien gane más con eso que estudiando o trabajando, pensar en prohibirla es poner puertas al campo. En lo del antojo de una virgen, la cosa no aguanta ninguna clase de relativización de que si eran otros tiempos, de que el hombre tiene una edad en la que le da lo mismo el qué dirán o de que si realmente lo que buscan el escritor y el protagonista es, sencillamente, el escándalo.

De alguna manera toda la película parece girar en torno a ese tema que, con por mera proximidad argumental, impregna el metraje con una sensación de repugnancia que hace que cueste centrarse en lo que es la cinta en sí. Ni la adaptación ni la ejecución saben escapar al pozo gravitatorio y, literalmente, todo lo que sucede en pantalla es intrascendente porque la mente no puede dejar de pensar que ese viejo quería una virgen. Tampoco es que me pareciese que la factura o las interpretaciones de “Memoria de mis putas tristes” llevaran la marca del genio, pero todo es secundario en una película que nunca tuvo ninguna oportunidad (y sus creadores tenían que haber sido conscientes).
OsitoF
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow