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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
8
Drama Durante catorce años, Walt Disney (Tom Hanks) intentó sin descanso que la escritora australiana P.L. Travers (Emma Thompson) le cediera los derechos cinematográficos de su primera y más popular novela, 'Mary Poppins', que finalmente fue llevada a la gran pantalla en 1964. (FILMAFFINITY)
6 de octubre de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por una vez, voy a hacer la crítica de la película refiriéndome a ella por su título en inglés, “Saving Mr. Banks, en lugar de una traducción - “Al encuentro de Mr. Banks”- que, sin ser un crimen lingüístico ni una aberración comercial, creo que se deja por el camino parte de las claves para entender la película. Y es que estamos ante una de esas películas que es más de lo que parece en un principio y, sin duda, no es para nada lo que parece (de entrada, muchos esperarían un biopic de Disney, de Travers o un “así se hizo” de Mary Poppins).

A lo mejor soy yo que no entendí las señales, pero, a mi entender, el cartel promocional y el tráiler hacían prever que “Saving Mr. Banks” iba a ser una película ligera de continuos toques cómicos sobre las interioridades del rodaje de “Mary Poppins”. La elección de protagonistas, Tom Hanks como Walt Disney y Emma Thomson como Mrs. Travers, creadora de los libros de Poppins, para mí, reforzaban esa idea al tratarse de dos actores con mucho carisma y bien dotados para el humor, de esos que cualquiera utilizaría para hacer algo agradable, que deje al público con buenas sensaciones (para dejar mal cuerpo, que es más sencillo, puedes recurrir a un reparto más barato). Finalmente, parecería que una película como “Mary Poppins” no necesita mucha explicación, ¿qué podría haber detrás de una película tan maravillosa que no sea únicamente alegría y felicidad?

Pues me equivocaba. Como es normal, los libros de Mary Poppins son un reflejo (más o menos parcial, más o menos distorsionado) de la infancia de su escritora, Pamela Travers, y no es precisamente la infancia almibarada que cualquiera podría imaginar. No es que haya en su infancia nada sórdido, ni nada vergonzante, pero su padre era… simplemente humano, con muchas virtudes y algunos defectos, pero en el que los defectos pudieron con sus virtudes. Esa infancia está llevada a la pantalla en forma de flashbacks muy bien integrados en la historia, muy fluidos, que narran una fascinante historia -y bastante compleja- de una forma muy atractiva. Y comprensible. Y conmovedora, muy conmovedora. Con continuas pistas que enlazan pasado y presente, ficción y realidad hasta llegar al momento culminante, estremecedoramente revelador, en el que la relación entre Mary Poppins y el Señor Banks adquiere ese vínculo al que hace referencia el título de la película.

Aún así, con todos los momentos emocionales, “Saving Mr. Banks” no desaprovecha las capacidades de sus protagonistas y adorna el drama con toques de humor en ingeniosos diálogos que describen los muchos desencuentros entre Travers y el equipo de creativos de Disney y el propio Tom Hanks hasta que consigue hacerles entender lo que pretenden sus libros y que compartan su visión. La película salta de la risa a la lágrima con una maestría y una competencia que se queda a muy pocos puntos de lo que uno esperaría de expertos como Spielberg. Además, tanto Hanks como Thomson toman las riendas de sus personajes con naturalidad, con una caracterización muy aceptable, delicada, que no cae en la caricatura.

Película muy interesante, de esas que te hacen decir «Ostias, con esto no contaba» y conmovedora. Hecha con mucho respeto y clase, con su encantadora y cuidada ambientación, te lleva a las producciones de los años 50 y 60, pero sobre todo, te hace sentir la magia Disney y la fuerza del amor de una hija hacia su padre.
OsitoF
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