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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
8
Aventuras Antigüedad, Helenismo. Alejandro (356-323 a. C.), rey de Macedonia, comenzó a reinar a los veinte años. Se apoderó primero de Grecia y, después de conquistar el inmenso Imperio Persa, siguió avanzando hacia la India. Fue un gran estratega que nunca perdió una batalla, un visionario cuyos sueños, hazañas y destino dejaron huella en la Historia. Cuando murió, a los 33 años, había forjado un imperio sin precedentes en la historia. Los ... [+]
12 de marzo de 2013
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sobre gustos no hay nada escrito y para gustos se han pintado los colores. Llevaba tiempo queriendo escribir una crítica-reflexión sobre lo que ha sido una de las películas más controvertidas que recuerdo, una película que no deja a nadie indiferente, o se la quiere o se la odia, o atrae irremediablemente o repele hasta la naúsea… en definitiva: o gusta o no gusta. Hablemos pues de gustos y repasemos los puntos fuertes y débiles.

¿Qué me gusta de "Alejandro Magno"?

- De entrada, la elegante banda sonora de Vángelis, una colección de temas y movimientos que evolucionan a lo largo del metraje subrayando cada punto de la historia como un narrador invisible. Emocionante, sobrecogedora, épica… quien tenga el CD puede recorrer la película sin más que pasar de un tema a otro.

- La cuidada escenificación de la batalla de Gaugamela, intentando explicar la brillante estrategia de Alejandro a los profanos en la historia militar, para que no crean que el hecho de que 40.000 macedonios vencieran a 300.000 fue fruto de la casualidad, la suerte o una simple licencia cinematográfica.

- La ambientación, más efectista que histórica, pero apropiada. Inolvidable recorrido por la rural Macedonia, sofisticada Persia y espectácular Oriente.

- El hecho de que aborde la biografía de Alejandro y sus treinta años de gloria desde la prudencia, asentando aquellos aspectos contrastables pero dejando en el aire muchos enigmas ofreciendo la perspectiva más plausible, pero advirtiendo sin que nos demos cuenta de que son especulaciones y que hay otras hipótesis diferentes. Allí donde otras películas o novelas hacen pasar como 100% contrastado aquello que están contando por motivos comerciales, Oliver Stone practica una narración apropiadamente ambigua, con cabos sueltos para que el espectador se documente y saque sus conclusiones.

- El guión de Oliver Stone, su narración sobria, elegante, épica y lírica, todo junto pero no revuelto, capaz de cubrir numerosos huecos de guión allí donde hubo que hacer recortes por motivos de duración.

¿Qué no me gusta?

- Que se concentre en dos horas una vida que da para varios libros (sólo con los hechos contrastados, no digamos ya si entramos en elucubraciones). Si con “El Hobbit se ha practicado un estiramiento comercial descarado” ¿Qué problema hay en una trilogía de Alejandro Magno. Sí, ya lo sé…. La calidad no suele ser rentable.

- Que se dé tanta importancia y se dedique tanto metraje a ofrecer un perfil psicológico de Alejandro. Parecen casi tan relevante los demonios internos del Magno, sus traumas, sus vicios etílicos, sus tendencias sexuales y sus inseguridades (basadas todas ellas, inevitablemente, en suposiciones imposibles de validar históricamente) que en todo aquello que sabemos que sí hizo.

¿Qué creo que hizo que no gustase?
- La extravagante elección de reparto. Collin Farrel es un tío polémico al que encima había que teñir de un rubio horripilante (¿no había actores rubios más apropiados?) y al que el público asocia más a un hooligan de pub irlandés que a un guerrero macedonio. A Angelina, con dos oscars a sus espaldas, aún se le discuten sus dotes interpretativas (tócate los cojones)… está claro que no se puede ser guapa y mediática y pretender hacer una película histórica sin que la gente especule de los motivos de su elección… Aunque pero para mí es de lo mejor de la película, lo que se consiguió fue que la gente hablara más de ella que de la obra. Con esa pareja, nadie se acuerda de las magníficas interpretaciones de Anthony Hopkins y Val Kilmer.

- La gente tiende a simplificar, especialemente cuando apenas se lee hoy día y en los colegios no se da más historia que la de cuatro cenutrios locales. Más de uno habrá pensado que entraba en el cine a ver a una especie de Rey Arturo de verdad, y habrá salido pensando que Alejandro Magno era un maricón bipolar con madre travelo y padre borracho.

- Demasiada poca batalla. Las pocas que hay están bien repartidas y son espectaculares, pero no se puede pretender que la gente pague 8 euros (de aquella) para ver las evoluciones de un mito que resulta tener momentos gay y encima no tener el detalle de ofrecer su buena ración de estacazos.

¿Me gustó? Naturalmente, aunque me ha costado más de una y más de dos discusiones, soy de los que la defienden a muerte y llaman cenutrios a los que la atacan.
OsitoF
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