Se abre el telón y aparece Milla Jovovich diciendo una sarta de groserías sobre polvos y pollones. Se cierra el telón y empieza una historia de sexo, chulos, malos tratos, delincuentes de poca monta, manipulaciones y venganzas rodada de una manera deliberadamente sucia y enrevesada para disimular que en el fondo es más simple que una película porno (de hecho la ambientación, el atrezzo y gran parte de las interpretaciones son propias de peli guarra).

Es curioso, la historia es relativamente novedosa y, sin embargo, da la sensación de que ya la hemos visto mil veces. Supongo que es porque la forma elegida para narrarla (primeros planos de gente hablando en primera persona de los protagonistas, trozo de película relacionado con lo que acaba de contar y nuevo primer plano) podía haber resultado original hace años, pero no hoy en día.

Tiene muchos altibajos... pero en medio de la zafiedad y la simpleza general hay un par de escenas realmente impactantes que ponen los pelos de punta. Merece la pena verla sólo por eso, pero si no se ve tampoco pasa nada.