Tras un rocambolesco título almodovariano se esconde una especie de “Cuéntame” en versión italiana, una visión de la Italia de los años cincuenta y sesenta desde la perspectiva de un chaval bocazas y con más pájaros que luces en la cabeza que pasa de seminarista a proletario, de fascista a comunista y de radical a responsable. Lo que se dice una vida completita.

Dejando a un lado la estrafalaria forma de comportarse y de hablar de los italianos (todavía no tengo claro si los actores de doblaje son unos cabrones que exageraron el acento o si es que los italianos son así de pintorescos), la película es lo suficientemente curiosa como para darle una oportunidad. Al poco rato, la curiosidad se transforma en interés y la película pasa volando.

Está hecha con muchos menos medios que “Cuéntame”, pero en cambio es más próxima, menos fingida, más creíble y menos tendenciosa políticamente que la serie española. Tiene las dosis justas de drama y comedia, de contexto histórico y de narración social, de buenas intenciones y de denuncia. Además, con todo lo kitsch que son los italianos, no son ni la mitad de repelentes que los hijos de los Alcántara.

La verdad es que me sorprendió que una película italo-francesa pudiese llegar a gustarme. Por cierto, esta película es del 2007 y Telecinco acaba de estrenar “Mi gemela es hija única”… no sé por qué me sigue sorprendiendo la caradura de algunos, se ve que hay gente que no conoce límites.