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Voto de Real Humanes:
7
Thriller. Acción. Comedia Un veterano agente secreto inglés (Colin Firth) debe entrenar a un joven sin refinar (Taron Egerton), pero que promete convertirse en un competitivo agente gracias a un ultra-programa de entrenamiento, al mismo tiempo que una amenaza global emerge procedente de un genio retorcido. Adaptación del cómic de Mark Millar y Dave Gibbons. (FILMAFFINITY)
24 de marzo de 2015
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Matthew Vaughn es un joven director que está empezando a tener una carrera exitosa, influenciado por dos de los grandes como son Tarantino y Guy Ritchie. Comenzó con Layer Cake, un buen film de espías protagonizado por Daniel Craig, a la que le siguió la floja Stardust para continuar con sus obras cúlmenes: Kick Ass: Listo para machacar y X-Men: Primera generación, que lo llevaron a ser un director a tener en cuenta. Ahora nos trae la adaptación de un comic con numerosos fans detrás. ¿Qué encontramos en Kingsman?

Homenajeando en más de un momento a los films de 007, la película se convierte en una brillante sátira del famoso agente inglés. Sin embargo, Kingsman no es un film perfecto, de hecho roza el ridículo en su primera hora, tediosa y, en ocasiones, cayendo en los tópicos del cine adolescente. Pero, a partir de la segunda, comienza el desfase y la incorrección que benefician en buena manera a la cinta. Consigue construir una identidad propia con gran acierto y, por encima de todo, desarrollar sus aventuras de menos a más, alcanzando su cenit y posterior armonía en una escena, la de la iglesia, llamada a ocupar los anales de la memoria en su incipiente, y más que segura, legión de seguidores.

Por otro lado, la presencia en el reparto de un villano como Samuel L. Jackson, bien acompañado de una lugarteniente tan hermosa como letal, alude directamente al universo del maestro Quentin Tarantino, cada vez más presente en el cine de Vaughn. Del resto se encarga la flema british de Colin Firth, impecable como caballero del imperio, y la siempre estimulante aparición de Michael Caine, dos actores de gran nivel para arropar a Taron Egerton, verdadero protagonista del film, que quizá este un poquito flojo comparado con el resto del casting pero tampoco desentona. También tenemos a Mark Strong, muy profesional en su papel de secundario, y a Mark Hamill luciendo tripita en un divertido cameo.

Recomiendo acudir a ver este atrevido film que garantiza una buena dosis de incorrección política, destinada a no dejar, nunca mejor dicho, títere con cabeza, algo que en la actualidad parece casi obligado. Respecto al ejercicio de funambulismo de Vaughn bastará con decir, como conclusión y a modo de reconocimiento, lo mismo que sus personajes sentencian en los mejores momentos de la cinta: que ésta “no es ese tipo de película”. Ciertamente, su salvaje originalidad destaca por encima de cualquier posible defecto formal.
Real Humanes
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