Cuando Hollywood echa mano de remakes, el original suele tratarse de algún clásico o al menos de una muy buena película. Si con un material de primera se suelen engendrar auténticos bodrios, ¿qué puede uno esperar cuando el referente ya es una mierda?. No me refiero, como dice el usuario Capacitivo, a "Ghost", sino a "Más allá de los sueños", un empalagosísimo dramón atiborrado de efectos especiales protagonizado por Robin Williams en los años 90.

El caso es que de entrada Peter Jackson pone sobre el tapete su más que notable habilidad como contador de historias, pero en cuanto empieza a mezclar géneros, a dirigir videoclips encubiertos de Enya y a meter esa pseudo filosofía de saldo sobre el más allá uno se puede echar la siesta de puro aburrimiento.

No soy yo de soltar peroratas románticas en contra de la tecnología en el cine, pero es muy significativo que los mejores efectos especiales de "The Lovely Bones" sean los caretos de Stanley Tucci y Susan Sarandon y no todas esas pantallas verdes que el director neozelandés lleva grapadas a su ADN creativo.