Volver al cine supone desempolvar sentimientos dormidos, la magia del séptimo arte nos despierta por unas horas, pero y después?,,,, la vida sigue, y nos olvidamos casi por completo de lo experimentado,,,, ayer escuchaba que a través de los olores podíamos recordar hasta el 40% de nuestra memoria, de aquello que se guarda en el cajón desastre de nuestra mente, en contraposición de la vista, que sólo podía retener un 5%,,,,
La Voz Dormida de Benito Zambrano me hizo despertar, encolerizarme y llorar, pero sobre todo consiguió de mí ese deseo de no querer olvidar, como si me hubiesen dado la noticia de que en breve fuese a padecer alhzeimer y quería luchar para poder seguir recordando,,,,, y dando vueltas en mi cabeza me acordé de lo escuchado en la radio esa misma mañana,,,, y la pregunta fue clara,,,¿por qué no hacer esa misma película con olores?,,,, sería brutal poder experimentar ese olor a pólvora que nos recordase el tiro de gracia final, ese hedor a putrefacción de las cárceles españolas en la dictadura donde esperaban el último suspiro personas que no habían hecho más que soñar con una libertad que les fue arrebatada de golpe y porrazo,,, pero sobre todo conseguiríamos el objetivo: NO OLVIDAR.