Una película del director de la genial Collateral con uno de sus protagonistas que además es una versión de una conocida serie de tv de acción es motivo suficiente para ir al cine a tratar de ver un gran espectáculo, pero que sorpresa cuando nos damos cuentas que no todas las adaptaciones de tv a cine salen airosas.

Aunque el toque es más intimista que otros films similares como Misión imposible, Los Angeles de Charlie o El Santo, por mencionar algunas, la adaptación de Corrupción en Miami es completamente innecesaria, ya que no aporta nada nuevo al espectador y logra aburrir soberanamente, abusando de los planos mareantes, los diálogos besugos e incluso teniendo escenas casi clónicas de su anterior peli Colalleral, como la del principio de la discoteca o la de Javier Bardem, aquí cambiado por otro español Luis Tósar.

Aunque los actores están bastante bien y la dirección es muy acertada, no logramos enterarnos casi de nada, como la escenas del tiroteo final, muy bien rodada y realizada aunque no se distingue quien muere o quien dispara.

El toque moderno de de Michael Mann detrás de la cámara se queda en agua de borrajas al conseguir aburrirnos como una ostra durante dos largas y pesadas horas y media, ya que todo es tan lioso como rápido a veces y soporífero en otras. Una pena porque la cosa prometía mucho.

Lo mejor : La música y el romance Colin Farrell con Gong Li
Lo peor : Que estas deseando que se acabe para hacer otras cosas más interesantes.