Pensé que no vería una película tan fiel a su temática después de "El Bola". Ésta es mejor, sin duda. Ayer emitían este gran trabajo del cine español y aproveché para verla, pues la tenía pendiente.

Es una de las películas más crudas que he visto, y cuando tanto Laia Marull como el inconmensurable Luís Tosar bordan su trabajo, se acentúan todos los aspectos positivos, por pequeños que sean. No es que se aseguraran el Goya con semejante recital interpretativo, es que yo les hubiera dado un Óscar a cada uno.

Narra una historia terrible y desgraciadamente real. Puro cine de angustia y terror. Espero que esta historia, ficticia solamente porque sabemos que hay un reparto de actores llevándola a cabo, haya marcado un poco a cada espectador como me ha marcado a mí, y es que es un cúmulo de secuencias tan sumamente esclarecedoras del gravísimo problema de violencia de género que existe en nuestro país, que es imposible no sentirse preocupado, asustado por la magnitud de éste.

Podemos ver momentos de incertidumbre, de impotencia al no saber cómo afrontar el problema, así como el pensamiento del agresor, que conoce sus errores, y trata de ponerles remedio de manera racional, pero que tras su apariencia y conciencia humanas, hay un animal que se deja llevar por impulsos, ciego e incivilizado.

Desde aquí mando un aplauso a Icíar Bollaín, por su atrevimiento y su manera impasible de llevar a la pantalla unas de las escenas más despiadadas que he visto. Tengo pendientes desde ya unos cuantos trabajos suyos. Cine del bueno.

9/10