Tenía el listón demasiado alto para "Amores perros", película con la que Alejandro González Iñárritu se estrenó como director, y que da comienzo a la llamada "trilogía de la muerte", seguida por las espléndidas e insuperables "21 gramos" y "Babel", títulos que no me cansaré de ver una y otra vez y que jamás caerán en el olvido.
"Amores perros"(2000) fue un bombazo salpicado de premios y más premios. Es feroz, cruel, sangrienta, con un buen hilo argumental (a partir de un accidente de coche 3 historias caminan en paralelo hasta cruzarse) con el deslumbrante debutante Gael García Bernal -¡cómo me gusta este actor!- y un fastuoso elenco de actores mexicanos: Emilio Echevarria, Vanessa Bauche o Adriana Barraza, entre otros...
Pero a su largo metraje de más de 2 horas y media le sobran los 40 minutos centrales en los que González Iñárritu nos muestra la relación entre Daniel y Valeria, dos amantes con unos insustanciales diálogos que no me aportan nada y unas insoportables interpretaciones en manos de Álvaro Guerrero y la española Goya Toledo. Una pena porque quizás por ellos "Amores perros" se me haya caido del pedestal